¿POSESIÓN O ESQUIZOFRENIA DIABÓLICA?
Algunos piensan que el demonio dejó de existir hace tiempo, y que, por lo tanto, las posesiones diabólicas son asuntos de otras épocas pasadas. Sin embargo, nunca ha habido tantas personas poseídas como hoy día. Y estos poseídos ni siquiera saben qué les está sucediendo o si necesitan un exorcista.
Desde 1673 d.C., el Catecismo de la Iglesia Católica dice que: “Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido del maligno, se habla de exorcismo.
Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), y de Él la Iglesia posee el poder y oficio para exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7,13; 16:17). El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia.
-En el Evangelio del Apóstol San Lucas, 8, 28-31.
“Al ver a Jesús, cayó ante él, gritando con gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te suplico que no me atormentes. Pues él había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre; pues en muchas ocasiones se apoderaba de él; le sujetaban con cadenas y grillos para custodiarle, pero rompiendo las ligaduras era empujado por el demonio al desierto. Jesús le preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Él contestó: “Legión”; porque habían entrado en él muchos demonios. Y le suplicaban que no les mandara irse al abismo.”
“Satanás es el gobernante invisible del mundo”.
-En el Sagrado Corán, suras/aleyas 17:61 y 17:62.
“Y cuando dijimos a los ángeles: ¡Postraos ante Adán! se postraron, excepto Iblis [Satán], que dijo: ¿Voy a postrarme ante quien has creado de arcilla? ¿Qué te parece? Éste es aquél a quien has honrado más que a mí. Si me remites hasta el día de la Resurrección, poseeré a todos tus descendientes, salvo a unos pocos.”
¿Las habilidades de humanos poseídos son dones divinos o signos de la posesión demoníaca?
Hay que tener en cuenta que el objeto de la posesión puede ser una persona o animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas (poltergeist). Por lo tanto, la posesión puede ser total (el ente toma control de las funciones del poseído, puede moverse, hablar, etc., a través de la víctima) o parcial. Y cuando son los humanos los que están bajo la posesión se les manifiesta ciertas habilidades o capacidades:
-El hablar con muchas palabras de lenguas desconocidas o entenderlas.
-Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
-Demostrar más fuerzas de lo normal.
Pero, por otro lado, se sitúan los casos de enfermedades físicas y psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad.
Y en estos tiempos que corren de nuevo ha resurgido un gran interés sobre temas sobre el diablo y la búsqueda de todo lo sobrenatural. Esta incesante exploración abarca todo lo concerniente a lo fantástico, irracional, patológico y paranormal. En épocas de racionalismo, también se hacen presentes los irracionalismos.
Hoy día, El Diablo, es también uno de esos elementos y componentes de relleno que sirven para el cine, el arte, y por supuesto para la religión.
Se sabe que la posesión es tan antigua como el hombre, y así lo muestra, por ejemplo, la pintura del mural de la cueva de Lascaux de hace unos 15.500 años a.C., donde se representa un chamán practicando un hechizo para la caza, pero lo importante de esta pintura es la “Posesión” del animal a través del uso de su cornamenta o su piel.
Aunque queda entendido que el ritual es hacia para la supervivencia, sí llama la atención que existiese en la mente primitiva la idea de la posesión.
Pero, ya hace más tiempo aún, unos 25.000 años, la enfermedad en sí misma era concebida como “Posesión demoníaca o de los espíritus de los muertos” que atrapaban y ataban a las personas que los invocaban.
Por ejemplo, estos espíritus o demonios eran responsables de enfermedades: el demonio Utuku, fue el responsable de la Epilepsia; el demonio Lamasu un ser alado, era el responsable de la muerte perinatal de la madre y el hijo, ya que este le chupaba hasta la última gota de su sangre. En general en aquellos tiempos remotos, la ira de los dioses se tenía que aplacar de alguna manera, y que mejor que con oraciones, ofrendas de sacrificios o no, y con tallado de figuras representativas.
En la cultura india, los vedas en su Atharva-veda de 700 a.C., el origen de las enfermedades se consideraba igualmente un castigo divino que era provocado por espíritus malignos, y, por ejemplo, el demonio-dios Takman es responsable de la fiebre.
Entonces, resultaba que la manera de alejar de sí estas enfermedades era mediante oraciones, conjuros y portar amuletos de estos demonios o dioses.
En la Biblia se menciona la peste de los filisteos como un castigo de Dios por haber saqueado el templo y el Arca de la Alianza: “Y la mano del Señor cayó en desgracia sobre la gente de Asdod y sus valles con la peste”.
En Grecia y Roma se tuvieron las creencias populares de que estas alteraciones mentales estaban originadas en causas sobrenaturales. Se consideraba que las personas que las sufrían trastornos mentales estaban bajo la posesión de espíritus malignos personificados en las diosas Manía y Lisa.
Posteriormente en Grecia ser fue teniendo una visión más positiva de la posesión. Por ejemplo, el Dios Dionisio tomaba posesión de sus bacantes. EL Dios Apolo poseyó a las pitonisas de Delfos. En el caso de estas posesiones se daban para actividades religiosas extraordinarias. Eran invocaciones al poder divino para anunciar la voluntad de los dioses. Pero esto generó un gran acercamiento científico sobre los poseídos.
Una visión científica prácticamente no se tuvo hasta el siglo XVI. La posesión diabólica fue asunto Teológico. En 1541, a partir de Paracelso, la medicina comienza a desconfiar de la posesión diabólica. En 1787, en Hodden Bridge, Lancaster, un médico aplicó choques eléctricos a unas chicas que tenían convulsiones extañas. En l80l en el hospital Charite de Berlín trató con opio a otras mujeres convulsas. Pinel (1745-1826) dijo que la posesión y el exorcismo eran simples farsas.
En el siglo XIX, Charcot y Richer (Les demoniaques dans l`art. Paris, l887) compararon los síntomas de la posesión diabólica con los de la histeria de Tonquedec, afirmó que la Iglesia nunca ha exigido que se crea en las posesiones diabólicas pues no es una verdad revelada.
Charcot (1825-1893) diferencia en la histeria cuatro fases: epileptoide, grandes movimientos, alucinatoria, incluido el delirio final, y que casualidad que estas sintomatologías coinciden con los síntomas de posesión, es decir, los arrebatos, la rigidez, la excitación motriz, las convulsiones, la parálisis, anestesia, conducta intrigante que se presenta en personas lábiles, psicópatías, con estancamientos en estados infantiles, etc.
Por otro lado, los científicos comenzaron a darse cuenta del paralelismo entre síntomas esquizofrénicos o histéricos y síntomas de personas poseídas por el demonio. Entre ellos están:
-W, Th. Winkler (Die hysterische fenhlhaltung. Munich, l958) manifiesta que los rasgos histéricos de la esquizofrenia: sugestionabilidad, refugio en la enfermedad, búsqueda de compasión y cuidados, dependencia de los espectadores, son parecidos a los síntomas que presentan los poseídos.
-Pierre Janet (1859-1947), investigador de los fenómenos de la neurosis histérica disociativa, y bajo la protección de Charcot en la Salpetrière de París, estudió principalmente a pacientes que sufrían lo que él denominó “disociación”. En su investigación clínica buscó ciertos estados de la conciencia con personalidades alternantes, fugas, anestesias y otros histéricos.
El Dr.Janet, entonces, escribió sus obras “L`automatisme Psychologique” en 1907 y “Etat mental des Hystèriques” en 1896, en las cuales describía y clasificaba estos síntomas.
-Pero, no fue hasta la llegada de S. Freud (1856-1939) quien, analizando un caso de posesión diabólica, pudo indicar que el diablo es el sustituto inconsciente de ciertos aspectos de la personalidad paterna que inspira, en el neurótico, sentimientos inconscientes de carácter ambivalente. Se puede amar y odiar a una persona y, en este caso, el arquetipo del padre sería la imagen tanto de Dios como del diablo.
Para la iglesia católica, hoy en día, sigue aceptando lo dictaminado en el Ritual Romano del año 1614 sobre los signos de la posesión diabólica: glosolalia, cliptogénesis, fuerza descomunal y aversión a lo religioso.
Sin embargo, en el nuevo ritual de exorcismos de fecha 22 de noviembre de l998, sí se acepta la realidad de la posesión diabólica, pero atendiendo primero a los dictámenes médicos y psicológicos. Las posturas teológicas entre los cristianos son:
– Los teólogos evangélicos liberales toman un camino crítico distante.
– Los teólogos católicos aceptan la doctrina oficial de la iglesia, pero con la mediación de la medicina y la psicología. Aunque algunos envian todos los casos de posesiones a la parte psiquiatría y niegan la posibilidad de la posesión diabólica.
-Los teólogos pentecostales, católicos y protestantes mantienen una postura acrítica.
Sin embargo, en los últimos años, y tras el gran auge de casos de posesiones y trances que han aparecido en todo el mundo, ha regresado con fuerza el gran interés y la expectación en los medios religiosos, y también en la demonología.
Hasta las primeras décadas del siglo XXI las clasificaciones de enfermedades psiquiátricas fueron dictaminadas como alteraciones psicógenas de la memoria y de la conciencia, considerándose parte de las denominadas histerias.
Pero, con la publicación de la primera edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales (DSM-1) de la Asociación Psiquiátrica Americana, APA, tras la Segunda Guerra Mundial, comenzó a apuntarse distinción entre los conceptos de disociación y conversión, que fue incorporada al sistema clasificador de diagnósticos, incorporando los síntomas relacionados con la amnesia y las alteraciones de inconsciencia, a las reacciones de Disociación.
Mas tarde, en 1968, llegó la segunda edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales (DSM-II), en el cual aparecieron reunidos los síntomas disociativos y conversivos bajo la denominación común de Neurosis Histérica, tipo de disociación y tipo de conversión.
La Neurosis histérica o trastorno de conversión es una afección en la cual una persona puede presentar ceguera, parálisis u otros síntomas del sistema nervioso (neurológicos) que no se pueden explicar por medio de una valoración médica.
Hay que entender bien el concepto de Neurosis Histérica ya que es parte del esclarecimiento de las significaciones patológicas mentales. Los síntomas de la neurosis histérica pueden ocurrir debido a un conflicto psicológico.
Generalmente comienzan de manera repentina después de una experiencia estresante. Las personas tienen mayor riesgo de presentar este trastorno si también tienen una afección médica, un trastorno disociativo o un trastorno de personalidad.
Y cabe tener en cuenta que estos pacientes no están inventando o simulando sus síntomas. Porque de hecho algunos médicos erróneamente creen que la neurosis histérica no es una afección real y pueden decirles a sus pacientes que “el problema está en su cabeza”. Sin embargo, estas afecciones son absolutamente reales, causando angustia, no se pudiendo ser controlada a voluntad.
En sí, los síntomas físicos son un intento por resolver el conflicto interno que la persona siente en su interior.
Pongamos un ejemplo: una persona cree que no está bien tener sentimientos violentos entonces y ese conflicto interior genera una reacción psicosomática repentina en su cuerpo, comenzando a sentir entumecimiento en sus brazos, luego por la extrañeza de la reacción corporal comienza a enfadarse a tal punto que se convierte en pensamientos y deseos de golpear o hacer daño al prójimo.
Pero, puede suceder, que en lugar de permitirse la persona tener pensamientos violentos contra el prójimo, comienza a experimentar síntomas físicos del entumecimiento en los brazos. Por lo que la persona elige entre psico somatizarlo o ejercer actos violentos contra el prójimo.
Entonces, el tipo Disociativo, mencionado más arriba, se define como “alteraciones del estado de conciencia del individuo en su identidad, capaces de producir síntomas del tipo de la amnesia, el sonambulismo, las fugas y la personalidad múltiple”.
En 1987 salió la tercera edición revisada del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales el (DSM-III R), en el cual se modifica el término Neurosis y se utiliza en la clasificación como Trastornos disociativos, dentro de los cuales, el numeral 300.15 se refiere a trastornos disociativos no especificados, en los cuales se incluyen Estados de Trance definiéndolos como alteraciones del estado de conciencia con respuesta disminuida o selectiva a los estímulos ambientales. Incluyendo estados disociativos que pueden presentarse en individuos que han estado sometidos a períodos de prolongada e intensa persuasión coercitiva, por ejemplo, en miembros de algunas sectas.
En 1994 aparece la primera publicación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales DSM-IV, en la cual aparecen los trastornos disociativos clasificados de la siguiente manera:
-Amnesia disociativa, Fuga disociativa, trastornos de identidad disociativos, Trastorno de despersonalización y Trastornos disociativos no especificados.
-En esta última categoría se incluye el trastorno disociativo de Trance.
Por otro lado, surge la clasificación internacional de enfermedades (CIE-10), publicación de la Organización mundial de la Salud, editada en l992, un sistema de codificación aceptado internacionalmente, que registra los trastornos disociativos de la siguiente forma:
– F 40-49. Trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes y somatomorfos.
– F 44. Trastornos disociativos
– F 44.3. Trastornos de Trance y Posesión.
Es decir, son trastornos en los que hay una pérdida temporal del sentido de la identidad personal y de la plena conciencia del entorno. Y algunos enfermos actúan como poseído por otra persona, espíritu, dios, demonios, o “fuerza”.
En los casos de posesión, la atención y la conciencia del entorno pueden limitarse, y muy a menudo presentar pequeños y reiterados conjuntos de movimientos, posturas y manifestaciones expresivas, involuntarias, y no deseadas que interfieren en la actividad cotidiana al tener lugar al margen de las ceremonias religiosas o culturales aceptadas.
Ambos criterios de clasificaciones puntualizadas (DSM-IV y CIE-10), se han homologado casi en su totalidad. Entonces en los casos de Posesiones Demoníacas psicopatológicas -sintomatologías queda de la siguiente manera:
-Alteración temporal y significativa del nivel de conciencia.
-Perdida de la identidad personal, sin que sea suplantada por cualquier otra identidad.
-Disminución de la capacidad para reconocer y ser consciente del entorno, o atención selectiva y poco usual a ciertos estímulos ambientales.
-Comportamientos estereotipados que se experimentan como fuera del control propio.
¿Estado de Trance o posesión?
-Alteración aislada y episódica del nivel de conciencia que se caracteriza por la suplantación de la identidad por otra diferente derivada de una fuerza, poder, espíritu, divinidad, demonio, u otra persona.
-Comportamientos o movimientos estereotipados que el individuo experimenta como si se encontrara bajo algún tipo de control por parte del que encarna la posesión.
-Amnesia total o parcial después del episodio.
-El estado de trance o posesión no se considera una práctica normal en el contexto cultural o religioso.
-El estado de trance o posesión provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social.
-El estado de trance o posesión no aparece exclusivamente en el transcurso de un psicótico se incluye el trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos y el trastorno psicótico breve o de un trastorno de identidad disociativo, y no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o de una enfermedad médica.
Aunque debe hacerse un diagnóstico diferencial puesto que pueden darse síntomas de otra enfermedad médica o resultar por consumo de sustancias, esquizofrenia, o generarse por trastornos afectivos con síntomas psicóticos, trastorno psicótico breve, o epilepsia del lóbulo temporal.
Por otro lado, y según el Journal of Religión and Health, quienes documentan comparativamente la Esquizofrenia y la Posesión, indican que la esquizofrenia es típicamente una afección que dura toda la vida, caracterizándose por síntomas violentos y agudos en diferentes grados de discapacidad funcional, pero que en algunos casos pudieran ser verdaderas Posesiones Demoníacas.
¿Quiénes son el Journal of Religion and Health?
Traducida como Revista Internacional de Religión y Salud, fue fundada en 1961 por el Instituto Blanton-Peale. Ellos exploran los modos más contemporáneos del pensamiento religioso y espiritual enfatizando particularmente la relevancia en la investigación médica y psicológica contemporánea.
Esta revista internacional e interdisciplinaria estudia sobre los valores humanos, la salud y el bienestar emocional, y publica diferentes artículos sobre la salud mental y física relacionándolo con la religión y la espiritualidad. Todo ello, uniendo aspectos de la psicología y de la religión proporcionando enfoque académico tanto a nivel teórico como práctico, para académicos y profesionales de todas las religiones y orígenes religiosos.
¿Qué es la Esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que afecta algunas funciones cerebrales tales como el pensamiento, la percepción, las emociones y la conducta. En cuanto a los síntomas se engloban dentro de los trastornos psicóticos, porque el paciente pierde el contacto con la realidad.
Entre algunos de sus síntomas más característicos están, por ejemplo, los delirios y las alucinaciones, generándole un gran dolor psicológico al individuo. Estos delirios son expresados por los pacientes de la siguiente manera:
-«Mis sentimientos y movimientos son controlados de alguna manera por otros seres o personas.»
-» Alguien me pone pensamientos en la cabeza que creo que no son míos».
Entres estas experiencias alucinatorias las más comunes son “las voces” de personas o seres que le hablan a la persona o que están hablando entre ellos.
Por otro lado, muchas de estas alucinaciones y delirios esquizofrénicos son en realidad generados por la existencia de este mundo demoníaco, que actúan desde algún lugar o dimisión paralela a la física, contra ciertos tipos de individuos y que posteriormente son diagnosticados esquizofrénicos por su sintomatología psíquica.
Estos demonios, por lo visto, son criaturas invisibles, que están bien descritas en todas las religiones terrestres y tienen, por lo visto, el poder de poseer humanos y controlar el cuerpo y la voluntad de los humanos.
¿Qué puede causar la esquizofrenia?
Entre las posibles causas de aparición de la enfermedad, la esquizofrenia tiene un componente genético demostrado.
Además del componente genético, en la mayoría de los individuos se pueden aparecen una serie de factores externos precipitantes que desencadenan la enfermedad. Entre los factores más comunes están los siguientes:
- Consumo de drogas (cannabis, cocaína, anfetaminas, etc.)
- Cambios en el patrón del sueño
- Acontecimientos vitales estresantes
- Factores Sociales/Competitividad/Sobreesfuerzo
Esta alianza entre la predisposición genética y las circunstancias externas precipitantes pueden producir un desequilibrio químico cerebral generando una serie de cambios en los neurotransmisores, principalmente los dependientes de la dopamina y la serotonina que son sustancias químicas del cerebro, y, que pueden desencadenar la esquizofrenia.
¿Qué sucede cuando se está poseído por demonios?
La posesión demoníaca puede manifestarse a través de una serie de comportamientos extraños, que podrían interpretarse o diagnosticarse como un trastorno psicótico con delirios y alucinaciones. Entonces, este diagnóstico será el de esquizofrenia, por lo tanto, podría ser el resultado de una errada interpretación y diagnóstico, ya que verdadero protagonista e inductor de la aparición de estos delirios y alucinaciones, son verdaderamente por las actuaciones de los demonios, y no por un trastorno psíquico.
Tengamos en cuenta que los tipos de esquizofrenia están precisados según los síntomas más predominantes de la evaluación del paciente con esquizofrenia, y es frecuente que el cuadro incluya otros síntomas característicos de subtipos.
En la última actualización que realizo la clasificación americana de enfermedades mentales se han suprimido estos subtipos que tienen las siguientes características:
-Esquizofrenia paranoide: La característica principal de este tipo de paranoide esquizofrénico consiste en la presencia ideas delirantes y alucinaciones auditivas sin claras alteraciones en la afectividad, en el lenguaje y sin mostrar un comportamiento catatónico asociado. Entre las ideas delirantes aparece la persecución, aunque pueden presentarse otras ideas delirantes en el marco de otra temática, pero que en general suelen estar organizadas alrededor de un tema aparentemente coherente. Y es habitual que las alucinaciones estén relacionadas con el contenido de la temática delirante. En cuanto a los síntomas asociados existirían los siguientes: ansiedad, ira, retraimiento y tendencia a discutir.
–Esquizofrenia desorganizada: Las características principales es el lenguaje desorganizado, el comportamiento desorganizado y determinadas alteraciones emociones bien marcadas. Puede existir ideas delirantes y alucinaciones, pero no suelen estar organizadas en torno a un tema coherente. Las características incluyen muecas, manierismos y otras rarezas del comportamiento. Habitualmente, este subtipo está asociado a un inicio temprano y a un curso continuo. Históricamente, y en otros sistemas clasificatorios, este tipo se denomina hebefrénico.
–Esquizofrenia catatónica: La característica principal es una marcada alteración psicomotora que incluye inmovilidad, actividad motora excesiva, negativismo extremo, mutismo o peculiaridades del movimiento voluntario. Esta actividad motora excesiva carece de propósito y no está determinada por estímulos externos. Pueden mantener desde una postura rígida sin que pueda ser movido, inclusive posturas raras o inapropiadas. Para diagnosticar este subtipo, el cuadro debe cumplir en primer lugar todos los criterios para la esquizofrenia y no ser más explicable por otras causas u enfermedades.
-Esquizofrenia residual: El tipo de esquizofrenia debe exclusivamente utilizarse cuando ha habido al menos un episodio de esquizofrenia, pero que en el cuadro clínico no existen ideas delirantes, ni alucinaciones, ni comportamiento o un lenguaje desorganizado, y sí predomina síntomas negativos como el aislamiento emocional, social, pobreza del lenguaje, falta de interés… etc.
-Esquizofrenia indiferenciada: Cuando una esquizofrenia no reúne los criterios de los subtipos anteriormente mencionados o presenta algunos de ellos se le llama indiferenciada.
–Esquizofrenia simple: Esta esquizofrenia con síntomas positivos (delirios y alucinaciones) son mínimos, destacando otras alteraciones.
Normalmente su diagnóstico es bastante polémico, ya que en la última edición del Manual DSM de trastornos mentales se ha suprimido, así como el resto de los subtipos de la esquizofrenia.
Esta esquizofrenia simple se caracteriza por un deterioro insidioso de las funciones mentales y del afecto emocional, como, por ejemplo, inhibición psicomotriz, falta de actividad, embotamiento afectivo, pasividad y falta de iniciativa, empobrecimiento de la calidad o contenido del lenguaje, comunicación no verbal empobrecida, deterioro del aseo personal y del comportamiento social... y un largo etcétera que perdura durante más de un año, pero sin los síntomas positivos propios de la psicosis.
Todos estos síntomas en general resultan en un empeoramiento significativo de la actividad laboral o académica y alteraciones en las relaciones personales.
Sabiendo que la esquizofrenia es una enfermedad mental crónica y devastadora que a menudo se caracterizada por alucinaciones auditivas y dado que es difícil dar sentido a estas alucinaciones auditivas, se tendría que considerar la posibilidad de un mundo demoníaco.
Cuando se estudian clínicamente los pacientes presuntamente endemoniados ellos describen a estos demonios como criaturas inteligentes e invisibles que ocupan un mundo paralelo al de la humanidad, con «capacidad de poseer y hacerse cargo de las mentes y los cuerpos de los humanos».
Entonces, «la posesión demoníaca se podría manifestar a través de una gama de comportamientos extraños que se identificarían como trastornos psicóticos «. Como puede verse existen similitudes entre los síntomas clínicos de la esquizofrenia y la posesión demoníaca.
Entonces, los síntomas comunes en la esquizofrenia y la posesión demoníaca, tales como las alucinaciones e ideas delirantes, pueden ser el resultado del hecho de que los demonios en las cercanías del cerebro pueden formar los síntomas de la esquizofrenia.
Delirios de esquizofrenia como «Mis sentimientos y movimientos son controlados por otros seres» y «Ellos pusieron pensamientos en mi cabeza que no son míos» pueden ser pensamientos que surgen de los efectos de los demonios en el cerebro.
En la esquizofrenia, la alucinación puede ser una entrada auditiva derivada de demonios, y el paciente puede escuchar estas voces no audibles para el observador.
La alucinación en la esquizofrenia puede, por lo tanto, ser una ilusión, una interpretación falsa de una imagen sensorial real formada por demonios.
Por otro lado, las alucinaciones auditivas como voces discutiendo entre sí y hablando con la persona pueden ser el resultado de la presencia de más de un demonio en el cuerpo.
Los profesionales médicos deberían de considerar la posibilidad que la posesión demoníaca es la causa de la esquizofrenia.
¿Cómo se está actuando hoy día frente a la Posesión Demoníaca en todo el mundo?
Son muchas las regiones y religiones de todo el mundo que utilizan a curanderos de fe, o sanadores religiosos, que muy posiblemente no deben tener muchos conocimientos sobre psicología, pero se ganan la vida realizando rituales religiosos y sanando a la gente de males sobrenaturales como la posesión.
Por ejemplo, comunidades musulmanas de Oriente Medio también emplean sanadores de fe. Las creencias populares en las culturas de Oriente Medio indicaron en un informe publicado en el International Journal of Social Psychiatry (Diario internacional de psiquiatría social) que consideran las enfermedades mentales son consecuencias de un castigo de divino, y que la posesión por parte de espíritus malignos o Jinn son consecuencias de haber recibido un mal de ojo’ o es un efecto del mal depositado dentro de los objetos que se transfieren a los humanos.
Entonces, la mayoría de los casos de «posesión» son de hecho enfermedades psicológicas de las que erróneamente se asume que son posesiones demoniacas. Por lo tanto, el Corán no solo incluye la posesión sobrenatural, sino que también contempla las enfermedades mentales.
En la psiquiatría clínica actual, el término «alucinación auditiva» se usa para describir la experiencia de escuchar voces. Sin embargo, el Dr. Rufus May, psicólogo clínico de Gran Bretaña, aclaró que el término «escuchar voces» expresa con mayor precisión las experiencias personales de los que escuchan la voz. «Oír voces» es el término preferido de International Hearing Voices Network, organización con sede en el Reino Unido que lucha para cambiar la percepción de la audición de voz como un signo exclusivo de enfermedad mental, o como un hecho negativo automáticamente.
Actualmente no se sabe por qué ocurren estas voces. Hay investigaciones que sugieren que los que escuchan alguna voz tienden a experimentar altos niveles de estrés crónico en sus vidas, especialmente durante su infancia.
La mayoría de las veces, oír voces es profundamente personal, y muchas personas sanas y creativas las experimentan.
Por otro lado, estudios neurocientíficos sugieren que las experiencias de audición de voz o voces surgen en el hemisferio derecho del cerebro, y que la audición de voz es posiblemente más probable para quienes participan en actividades dependientes de este hemisferio, como «música, arte, poesía y habilidades matemáticas espaciales».
Estas conexiones entre las actividades creativas y la forma en que funciona el cerebro pueden explicar en parte por qué los artistas a veces escuchan voces o se sienten creativamente influenciados por percepciones o ideas de otro lugar no terrestre.
¿Por qué existen diferentes interpretaciones entre países?
Quizás las diferencias culturales conducen a diferentes puntos de vista sobre cómo oír voces es comúnmente percibida por otros.
Por ejemplo, en la cultura occidental considera que los individuos están completamente separados unos de otros, mientras que otras culturas del África subsahariana le dan más importancia a la comunidad y a la interacción interpersonal.
En la perspectiva occidental e individualista también tiende a ver los pensamientos privados, las emociones y las percepciones como eventos puramente biológicos que ocurren únicamente dentro de un cuerpo humano. Por lo cual, escuchar voces que nadie más escucha, tiende a verse como un problema que surge dentro del individuo, es decir, algo que otros individuos no puedan percibir.
De hecho, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), el único significado que tienen es que podrían indicar un trastorno psicológico. Pero, sin embargo, estas experiencias son profundamente personales, y estas voces expresan y reflejan ideas y actitudes.
Según algunas religiones, una persona que es víctima de una posesión demoníaca está endemoniada, o simplemente está poseída, solo cuando un espíritu maligno entra en su cuerpo y le hace hablar y comportarse, no como ella quisiera, sino como el tal espíritu desea.
¿Cuál es el signo exterior más claro de una posesión?
Principalmente cuando la individualidad de la persona desaparece, total o parcial, y surge una individualidad distinta, la fuerza demoníaca, con una duración más o menos larga en el tiempo, a modo de ataque demoníaco.
A este trastorno del comportamiento se le atribuye el apoderamiento de un o más espíritus, y desde el punto clínico se considera un trastorno disociativo de la histeria denominándosele como -endemoniaría- o -demonio manía-.
¿POSESIÓN O ESQUIZOFRENIA DIABÓLICA?
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