NIBIRU: ¿Planeta-Nave de las Pléyades?
Hercobulus, Nibiru, El Planeta X, ¿Qué hay de realidad? En 1956 el médium y abogado brasileño Hercilio Maes, 1913-1993, que supuestamente contactaba mentalmente con un extraterrestre llamado Ramatís, mencionó en uno de sus mensajes astrales, la existencia del planeta-nave Hercóbulus-Nibiru.
En el mensaje predijo este Ser sobre los efectos catastróficos que ejerce los planetas del Sistema Solar, y el efecto gravitacional que ejerce sobre los planetas a los que se aproxima.
es un planeta ficticio creado en la segunda mitad del siglo XX posiblemente por el médium y abogado brasileño Hercilio Maes (1913-1993).
Según Zecharia Sitchin, Hercólubus-Nibiru es un inmenso planeta que tiene una órbita de 3600 años, según los cálculos del investigador que especifica en su libro «El Duodécimo Planeta», de 1976.
¿Con qué nombres se ha conocido en diferentes momentos históricos el planeta-nave Hercóbulus-Nibiru?
-Algunos científicos lo llaman «Planeta X» y «10º planeta».
-Los sumerios lo llamaban «Nibiru«.
-Los babilonios lo denominaban «Marduk».
-En la Biblia Hebrea se llama «Ajenjo«.
-Los mormones lo llaman «Kolob».
-La Biblia Kolbrin, también llamada libro Bronzebook o Coelbook, que es uno de los primeros documentos judeocristianos que recoge eventos de la biblia hebrea pero que añade episodios de un pasado remoto que son desconocidos para esta humanidad y que fueron intencionadamente ocultados por los responsables de los libros religiosos cristianos. En esta biblia se le llama «El Destructor».
-La NASA descubrió y publicó haber encontrado El Planeta X, el 30 de diciembre de 1983, noticia que fue hecha por el científico principal del satélite de IRAS, dándosele varios nombres: «Némesis«, «Orcus» y «Lumi 229″.
– Theodor Friedrich Grigull, 1850-1915, traductor del Sagrado Corán al alemán lo llamó «Hades».
-Los rusos lo llaman «Raja Sun» o «Gran Estrella».
-Determinados astrónomos lo denominan «Tycho» o «Tyche».
-Y otro nombre por el que fue conocido y es conocido «Barnard I«.
Por lo visto la dinámica y trayectoria de Hercóbulus, Nibiru, etc., básicamente consiste en llegar a nuestro sistema solar desde el profundo espacio, reduciendo y deteniéndose antes de entrar en la influencia gravitatoria de nuestro sistema solar interno, para finalmente acelerar a tal velocidad que lo atraviesa en solo tres meses, regresando dirección el espacio profundo. En el espacio se visualiza como un gran Cometa.
¿Qué dicen los registros antiguos sobre Nibiru?
La Biblia menciona cómo la llegada del cometa o planeta Ajenjo o Hercúbulus trae sobre la Tierra ciertas catástrofes que modificaron su eje, sus polos magnéticos, etc., en tiempos remotos. Pedro dijo en su Epístola segunda a los Romanos:
«Los elementos, ardiendo, serán deshechos, y la Tierra, y todas las obras que en ella hay, serán quemadas«.
Según Pomponius Mela, nacido en Tingentera (Algeciras) en el siglo I, a través de su obra más célebre, fue citado por Plinio el Viejo, en su compendio geográfico de tres volúmenes titulados “De Chorographia» denominada «De Situ Orbis» que hablaba sobre los lugares del mundo.
En sus obras Pomponio Mela describió grandes regiones conocidas para los romanos del siglo I, utilizando fuentes de autores muy antiguos griegos y romanos. Básicamente realizó una recopilación de topónimos, acompañados de descripciones geográficas, económicas, culturales y naturales. En uno de ellos dice:
“Los egipcios se enorgullecen de ser el pueblo más antiguo en el mundo. En sus anales originales… y uno puede leer que el curso de las estrellas había cambiado de dirección cuatro veces, y que el sol se puso dos veces en esa parte del cielo por donde hoy se levanta.”
Es decir, que la rotación de la tierra cambió varias veces a lo largo de la historia colocando la salida del Sol por el Oeste y anocheciendo por el Este, hasta que finalmente por otra gran catástrofe se situó la salida del Sol por el Este y anocheciendo por el Oeste que es lo actual.
En el segundo libro de Heródoto de Halicarnaso un historiador y geógrafo griego que vivió entre el 484 y el 425 a. C., considerado como el padre de la Historia del mundo occidental, relata sus conversaciones con los sacerdotes egipcios, en su visita a Egipto, en algún momento durante la segunda mitad del quinto siglo antes de cristo.
Los sacerdotes egipcios contaron a Heródoto que el período del primer rey duró unas trescientas cuarenta y una generaciones, es decir, que si tres generaciones equivalen a un siglo entonces todo el período comprendería unos once mil años.
Los sacerdotes le siguieron contando que, dentro de esas edades históricas, y hasta que Egipto se volvió un reinado, durante este periodo, cuatro veces el sol salió por el lado contrario del habitual, es decir, salió por el Oeste en lugar de por el Este que es el actual. Dos veces se levantó donde ahora se pone, y dos veces se puso donde ahora se levanta.
En la Biblia hebrea en su libro Isaías 13:5-11 dice lo siguiente:
“Desde tierras muy lejanas ellos vinieron, desde lo postrero (lo más lejano) de los Cielos el Señor y sus instrumentos de ira vinieron a destruir toda la Tierra. Por ellos yo agitaré el cielo, y la Tierra y será sacudida fuera de su lugar. Cuando el Señor de las Huestes celestiales (ejércitos de Dios) esté cruzando, el día de su ardiente ira.”
¿Dios llegó desde tierras lejanas o lo más profundo de los Cielos?
¿Agitaré el cielo y la Tierra y será sacudida “fuera” de su lugar?
¿Nos está hablando sobre la aproximación de un planeta que se acercó lo suficiente a la Tierra generando enormes catástrofes cósmicas-terrenales en tiempos antiguos?
En el libro de Revelación 21 o Apocalipsis, dice lo siguiente:
“Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es. Yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalén nueva, que descendía del cielo, de Dios, ataviada como una esposa dispuesta para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo (trono o altar) de Dios con los hombres que morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos… porque las primeras cosas son pasadas… el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas… Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin.
Mas para los temerosos é incrédulos, para los abominables y homicidas, para los fornicarios y hechiceros, para los idólatras, y para todos los mentirosos e impíos su lugar será en el Lago Ardiente de fuego y azufre, que es la Segunda Muerte (Alma atrapada en un planeta).”
La frase Lago de Ardiente o de Fuego sólo se encuentra cuatro veces en la Biblia. La primera vez surge en el pasaje donde narra como cuando los Reyes antiguos de la Tierra se llegaron a Cristo para pelear contra él, la bestia y el falso profeta fueron enviados vivos al interior de un Lago de Fuego que arde con azufre.
En los tres momentos posteriores que se utiliza esta frase es cuando dice que: el Diablo fue lanzado al Lago de Fuego que es la “muerte y el Hades”. “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al Lago de fuego.”
El apóstol Juan no hablaba sobre hechos futuros sino sobre tiempos antiguos. ¿El primer Cielo y la primera Tierra pasaron? Esto quiere decir que existió una segunda Tierra tras la primera por lo que la primera fue destruida para construir una nueva.
Zecharia Sitchin dice lo siguiente con respecto al planeta desconocido:
“El progreso de la Humanidad a lo largo de los periodos del Paleolítico o Antigua Edad de Piedra, el Mesolítico o Edad Media de Piedra, el Neolítico o Nueva Edad de Piedra y finalmente la gran civilización sumeria, ocurrieron en intervalos de aproximadamente 3.600 años, y esto es un hecho.”
El Dios Anu visitó la Tierra en todas esas ocasiones proclamando las concesiones a la civilización en evolución del conocimiento, ciencia, tecnología para la Humanidad de aquél entonces. Estas visitas marcaron el inicio del calendario en Nippur de 3.760 a.C.
¿Qué ha pasado con la humanidad durante millones de años? ¿El porqué de tantas tristezas, enfermedades, asesinatos, guerras, crueldades, terremotos, tsunamis, ciclones, etc., en la antigüedad y que hoy día aún conservamos?
Parece ser que todo es causado por las interferencias del planeta-nave Hercólubus y de la Constelación de las Pléyades, cuya estrella líder es Alcione.
¿Qué es Nibiru y qué es Alcione?
Conoceremos a grandes rasgos estos dos términos, su ubicación, la relación y la influencia existente con nuestra Tierra y la humanidad y todo lo que está pasando y ha pasado en nuestro planeta.
Nuestro Sistema Solar, el Sol, nuestra estrella madre, no es la única en el universo, ya que existen unos 18 millones de soles en nuestra galaxia, y por supuesto cada uno con sus Sistemas Planetarios propios.
La Constelación Can Mayor, Sirius, es el Sol central de la Vía Láctea. También sabemos que nuestra galaxia es una entre los millones de galaxias que habitan en las profundidades del espacio infinito.
Y las Pléyades es un cúmulo o grupo muy grande de estrellas que destacan principalmente por sus Siete soles más brillantes, y que en su grupo mayor está situado nuestro Sol.
Todos estos Soles, incluidos el nuestro, giran alrededor de un octavo sol llamado “Alcione”, cada uno de estos soles tiene sus propios planetas y cada sistema solar tiene su propio nombre, el nuestro sistema solar es llamado “Ors”.
Uno de esos Sistemas Siete principales Soles más brillantes se llama “Tylar”, y uno de sus planetas es justamente “Hercólubus”, el cual es un planeta gigante seis veces más grande que Júpiter, perteneciente al sistema Tylo, o Tyler o Tylar, y cuya órbita alrededor de su sol tiene una duración de unos 35.000 años.
Todo el universo está en constante movimiento, y nuestra Tierra en su movimiento de traslación da una vuelta alrededor de nuestro sol “Ors” en 365 días y, a su vez, Ors, en su movimiento de traslación, da una vuelta alrededor de “Alcione” en 25,960 años. Y la estrella Alcione gira alrededor de Sirius que es el “Sol central de la Vía Láctea”.
Al ser Hercólubus un planeta gigante, al acercarse a nuestro Sistema Solar su magnetismo influye directamente con todos los planetas y con nuestro planeta, afectando al fuego líquido del interior de la Tierra, y originando los volcanes, haciendo que todo se queme cambiando todo lo que fue y es, configurando nuevas tierra y nuevos cielos.
Lo mismo sucedió cuando se hundió la Atlántida, lo mismo sucedió cuando ocurrió el diluvio universal.
No fueron leyendas o cuentos religiosos, son eventos que sucedieron en realidad, eventos reales, cíclicos, cósmicos, y astronómicos. En el continente atlante hubo una raza elegida que sirvió de asiento para la formación de la quinta raza, nuestra Raza Aria que habita en casi todos los continentes. Hoy se está formando una sexta raza que aún no ha aflorado.
Los Atlantes no creyeron en el Manú Vayvasvata y que los tiempos del fin habían llegado, y en inmediaciones de la gran catástrofe se recreaban en otros asuntos más terrenales.
El dios “Manú” tiene que formar siempre a su llegada nuevas razas. Existen varios Manús por lo que cuando un Manú funda una Nueva Raza y termina su obra, recibe entonces la Octava Iniciación de Mayores con el grado de “Budha-Pratyeca” que significa “Budha-solitario”, y mucho tiempo después de la Novena Iniciación de Mayores como Señor del mundo.
El Manú o deidad de nuestra Raza Aria es el Manú Vaivaswata, desde hace unos 70.000 años. Entonces el Bodhisattva es el vehículo de la sabiduría, este Maestro es de séptima de Mayores lo mismo que el Mahachoán.
La Octava pertenece a los “Budhas” que son el grado más alto que puede alcanzarse en la tierra, y este nivel también pertenecen los cuatro Señores de la Llama, llamados también “Budhas-Prathiekas” porque a ellos no corresponde la instrucción mundial.
Alcione es el Sol central que dirige a el grupo de Siete soles de las Pléyades.
Alcione tiene un núcleo muy potente que atrae hacia sí mismo al grupo de soles que lo componen, del núcleo emana cierta energía electromagnética en forma elíptica conocida como los “Anillos de Alcione” que se amplían hasta una distancia años luz.
En algún momento en el futuro nuestro sistema solar entrará en ese sistema de atracción de Alcione y cruzará por los anillos de Alcione.
Entonces la entrada de nuestro Sol generaría tal grado de radiación que interferiría en los rayos solares generando el caos sobre la tierra, y finalmente todo volvería a normalizarse y la tierra estaría sometida a una vibración mucho más alta y más específica.
Esta vibración hará que la humanidad se incline mayormente hacia lo negativo o hacia lo positivo, dicho de otra forma: aquel que es malvado se volverá peor, y aquel que es más espiritual, se volverá aún más espiritual y transcendental, por eso hoy vemos tal grado de violencia y surgen tantas escuelas espirituales como si de una moda pasajera se tratase.
En tiempos pasado el Guía y Salvador de los Atlantes elegidos, aquél que los sacó de su morada para salvarse, fue el Noé Bíblico, el Manú Vaivaswata, el fundador de la Raza Aria. Tres enérgicos terremotos hundieron al continente Atlante, entre las enfurecidas olas del océano Atlántico. Acabada aquella Gran Catástrofe, se Inició la nueva Raza.
Muchos profetas y mesías, que se consideraron Avatares habían en las épocas de la Atlántida, algunos de estos se hicieron adorar como dioses, pero sólo uno partió de entre las aguas del Diluvio Universal: el Manu Vaivaswata, Noé se llevó a su pueblo hasta la Meseta Central a través del terremoto y de las inundaciones.
Hercobulus, Nibiru, hace una órbita elíptica alrededor de nuestro Sol, cuando entra o rodea a nuestro Sistema Solar en su viaje alrededor de una estrella cercana, en dirección de Sirius probablemente Alpha Centauri A.
En la mitología griega, Némesis (llamada Ramnusia, la ‘diosa de Ramnonte’ en su santuario de esta ciudad) es la diosa de la justicia retributiva, la venganza y la fortuna. Castigaba a los que no obedecían a aquellas personas que tenían derecho a mandarlas y, sobre todo, a los hijos desobedientes a sus padres.
Dentro de la mitología de Babilonia, Nibiru era la estrella de Marduk, la deidad que regía el cosmos.
Rabolú, seguidor de la doctrina gnóstica pregonada por el fallecido Samael Aun Weor, sostiene que el objetivo de la aproximación de Hercóbulus es la purificación del aura terrestre.
Hercobulus es un planeta gigante que se estuviera acercando a la Tierra, quedando a unos 600 millones de Km de la Tierra, sería visible desde la Tierra. Un cuerpo 6 veces mayor que Júpiter sería muy brillante en el cielo nocturno.
Tratándose de un planeta gaseoso, cabría pensar que su atmósfera probablemente estaría compuesta de hidrógeno y helio y que tendría características similares a Júpiter «sextuplicado»; reflejando la luz del Sol.
Hercolubus, un planeta gigantesco que pertenece a un sistema solar llamado Tylo cuyo parámetro orbital causaría enormes catástrofes en la Tierra no por su trayectoria sino que su cecanía a la órbita terrestre en conjunción a su campo gravitatorio desencadenaría la destrucción total de la corteza terrestre y de nuestra Humanidad como ya hizo en épocas ancestrales. Hercolubus será el siguiente Apocalipsis para la humanidad.
La estrella Tylar tiene seis planetas los cuales giran a su alrededor:
Hercolubus-Nibiru.
Phema.
Epsilón.
Hegama.
Tylon.
Lylio.
Si Hercóbulus se acercase a Júpiter brillaría con una magnitud casi 3 veces más brillante que Venus, y si estuviera a unos 10 millones de km, su tamaño aparente sería monstruoso.
Hercóbulus tiene 47,529 kilómetros o 29.533 millas de diámetro que es del tamaño de Urano o Júpiter más bien. Para entender como es Nibiru y por qué tiene su órbita actual diremos:
Que hace aproximadamente unos 16.4 billones de años, en este sector de la galaxia, la Vía Láctea, estaba bajo una gran compresión debido a un agujero negro galáctico. La fuerza gravitacional se incrementó a tal nivel que el movimiento de las partículas atómicas se empezó a detener. Entonces el nivel de energía incremento y no tenía por donde escaparse.
En particularidad el agujero negro exploto, produciendo el evento «El Big Bang». Entonces los cielos comenzaron a llenarse de vida y las estructuras celestiales comenzaron a configurarse, por lo que finalmente y tras muchas batallas, Hercobulus – Nibiru surgió como vigilante de los cielos obediente a sus superiores jerárquicos celestiales, las Pléyades y Sirius: los gobernantes de la galaxia.