¿QUIÉN ES EL ÁNGEL DE LA MUERTE?
Tanto en la Biblia como en la literatura rabínica y árabe, en ellos nos hablan sobre cierto Ángel de la Muerte que bajó a la tierra en forma de un ángel enviado por Dios. Un Ser que está bajo las órdenes supremas de otras razas superiores denominados deidades supremas.
De hecho, un dato curioso es que este Ser enviado, según la Biblia menciona, es un “ángel del Señor” el cual mata por órdenes superiores a 185.000 hombres en el campamento asirio (2 Reyes 19:35). En otro pasaje de este texto “El destructor” o «ha-mashḥit» también mata al primogénito de los egipcios (Ex. 13:23), y en otro pasaje el «ángel destructor» o «mal’ak ha-mashḥit» se desata entre el pueblo de Jerusalén (2 Sam. 24:.15).
En primer lugar, debemos comprender lo que queremos decir con ángel de la muerte, es decir, ángel de los muertos. Este término “muertos” equivale a personas fallecidas, o lo que es lo mismo “Almas de los difuntos” fallecidos en la Tierra física que conocemos. Por lo tanto, entonces, estamos hablando de seres que están actuando desde otra dimensión, ya sea paralela a la nuestra o un poco más lejana, la conocida 4D, pero queda claro que es desde donde ellos pueden capturar o manipular a las Almas de los que mueren en la Tierra.
En otro pasaje de la Biblia, el ángel del Señor es visto corporalmente por David, de pie entre la tierra y el cielo con una espada desenvainada en su mano extendida sobre Jerusalén, según Job (23:22). Y, conocemos que esta designación “de pie entre la tierra y el cielo” es la más común para señalar a la Constelación de Orión, específicamente para el Cinturón de Orión. Así que, tenemos el primer rastro sobre la procedencia de este ángel de los muertos.
Por otro lado, a estos Ángeles de la Muerte son conocidos también como los “destructores” o “memitim”, es decir, los ángeles destructores o “mal’ake ḥabbalah”.
En la literatura rabínica también se encuentran el ángel de la muerte mencionado principalmente en Sal. L39: 45 (AV 48), donde se traduce el Tárgum, es decir, una traducción aramea de la Biblia hebrea o Tanakh escrita o compilada en Palestina o Babilonia desde el período del Segundo Templo hasta principios de la Edad Media o finales del primer milenio. Estos textos del Targúm dicen lo siguiente:
“No hay hombre que viva y, al ver al ángel de la muerte, puede liberar su alma de su mano.” “Uno no puede escapar del ángel de la muerte, ni decirle que espere hasta que ponga en orden sus asuntos, o decirle que ahí está mi hijo o mi esclavo; tómelo en mi lugar.”
En estos textos rabínicos queda evidente que cuando aparece el ángel de la muerte no hay ninguna escapatoria ni remedio (Ned. 49a; Ḥul. 7b).
Y, siguiendo estos escritos, si alguien que ha pecado revelase su falta, el ángel de la muerte no podría tocarlo (Tan., Balaḳ, ed. Buber, 139).
Por otro lado, Dios protege al ángel de la muerte (Gen. R. I28). Y, por actos de benevolencia se superaría la ira del ángel de la muerte. Y, cuando uno no realiza tales actos de benevolencia o bondad, el ángel de la muerte hace su aparición (Derek Ereẓ Zuṭa, 8.).
Otro rastro identificativo sobre este ángel de la muerte es el hecho de que él recibe las ordenes directamente de Dios (Ber. 62b). Por lo tanto, tan pronto como recibe permiso para destruir, no hace distinción entre lo bueno ni lo malo (B. 60. 60a). Pero, en la Ciudad de Luz, el ángel de la muerte no tiene poder.
¿De dónde proviene y cuándo nació el Ángel de la Muerte, el Destructor?
La primera prueba aparece en el fragmento del texto el cual indica que este ángel de la muerte fue creado por Dios el primer día de la creación (Tan. En Gen. 39. 1). Y, los siguientes rastros o pistas sobre su procedencia lo aportan otros fragmentos del mencionado texto, donde dicen lo siguiente:
–Su morada está en el cielo, desde donde alcanza la tierra en ocho vuelos, mientras que la pestilencia la alcanza en uno (Ber. 4b).
–Tiene doce alas (Pirḳe R. El. 23).
-Dijo Dios al Ángel de la Muerte: “Sobre todas las personas te he entregado el poder, pero no sobre este ser que ha sido liberado de la muerte a través de la Ley” (Tan. A Ex. 31. 18; ed. Stettin, p. 315).
-El ángel de la muerte que está lleno de ojos, es decir, que es un Vigilante del Espacio.
-El Ángel de la Muerte, a la hora de la muerte se encuentra en la cabecera del lecho de muerte, a la espera. Y, tan pronto como el moribundo ve al ángel es atrapado por una convulsión de una abertura de su boca.
-En otro pasaje, Moisés le dice a Dios: “Temo el cordón del ángel de la muerte». El ángel de la muerte administra el castigo particular que Dios ha ordenado por la comisión de sus pecados.
-El ángel de la muerte toma la forma física que mejor servirá a su propósito; por ejemplo, se puede aparecer ante el difunto con la forma de un mendigo que implora lástima o cualquier otra forma o disfraz que sirva para capturar o convencer al difunto (M. Ḳ. 28a).
-En otros fragmentos nos indica que son seis ángeles de la muerte: Gabriel sobre los reyes; Ḳapẓiel sobre jóvenes; Mashbir sobre animales; Mashḥit sobre los niños; Af y Ḥemah sobre el hombre y la bestia.
En la angelología cristiana, los ángeles son criaturas celestiales que fueron creados en la fundación del mundo, dividiéndose en ángeles y ángeles caídos. Esta misma creencia nos indica que estos ángeles son servidores de Dios, pero, que los ángeles caídos son servidores de Satanás, y por eso son llamados ángeles caídos ya que decidieron seguir a Lucifer en su caída o rebelión.
Según la misma literatura nos indica cómo está estructurada estas órdenes angelicales o coros:
Primera jerarquía: serafines, querubines, tronos.
Segunda jerarquía: dominaciones, virtudes, potestades.
Tercera jerarquía: principados, arcángeles, ángeles.
Los serafines sirven como encargados del trono de Dios y cantan continuamente alabanzas a Dios. Rodean el trono de Dios, regulando el movimiento de los cielos que emana de Dios. Se los representa con tres pares de alas, con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Los serafines son citados en Isaías 6:1–7.
Los querubines son los guardianes de la luz y las estrellas. Aunque no están en el plano de la realidad humana, su luz divina se filtra como rayos del cielo y toca las vidas de los hombres. Se los representa con dos pares de alas. Encontramos su representación en Ezequiel 10:21, y en Génesis 3:24 y Ezequiel 10:17–20.
Los tronos están relacionados con las acciones de los humanos. Son seres que antiguamente fueron llamados Espíritus de las Estrellas. Llevan un registro de las acciones. Son los constructores del orden universal. Se les representa como seres inmensos de alas circulares iluminadas con los colores del arco iris. Su misión o cargo es llevar el trono de Dios por el paraíso.
Las Dominaciones tienen la misión de regular los deberes de ángeles inferiores. Reciben órdenes de los serafines, de los querubines, y hasta de Dios. Son los responsables de asegurar que el universo mantenga su orden.
Las Virtudes son parecidos a los principados, pero con la diferencia que su deber es supervisar a distintos grupos de personas. Tienen la forma de rayos de luz, Los Siete Rayos, que inspiran a la humanidad. Estos Seres son mencionados en Primera Epístola de San Pedro.
Las Potestades son seres angelicales encargados de salvaguardar la conciencia y la historia del planeta Tierra y otros del mismo orden. Los Ángeles de la Muerte se encuentran en esta categoría. Su función o tarea servicio es supervisar la distribución de poderes entre los humanos.
Finalmente, en la última de las tres categorías angelicales encontramos los Principados, los Arcángeles y los ángeles.
Los Principados tienen como misión ser los guardianes de las naciones y los países. Supervisan aquellos eventos que afecten a las naciones, incluyendo política, temas militares y comercio. Por lo tanto, están muy puestos en la vida y desarrollo de la humanidad.
Los arcángeles son los líderes administrativos de los seres celestiales. Un arcángel recibe tareas de importancia para la humanidad. Por este motivo no hay diferencias físicas en ángeles y arcángeles, la diferencia radica en rol asignado por Dios. La Biblia menciona tres arcángeles importantes por su nombre:
Miguel Arcángel (en el libro de Daniel y en el Apocalipsis), Rafael Arcángel (en el libro de Tobías) y Gabriel Arcángel (en el libro de Daniel y en el evangelio según San Lucas).
Los ángeles son la orden más inferior en la jerarquía angelical, y también los más conocidos por los humanos terrestres, ellos son los OVNIS que se ven en los cielos del mundo, y también los CONTACTADOS del planeta. Son los que más están relacionados a los asuntos humanos. Dentro de esta categoría de ángeles existen muchas tipologías según sus funciones. Son los ángeles mensajeros y protectores de la humanidad.
Nuevas huellas sobre el lugar del ángel de la muerte:
Otra pista sobre la ubicación y servicio universal de los ANGELES DE LA MUERTE está situada en las Potestades. Su función o tarea servicio es supervisar la distribución de poderes entre los humanos. Él también custodia de las fronteras y vigilan los márgenes del mundo espiritual con el mundo físico. Otro dato que nos corrobora que trabaja o sirve desde otras dimensiones cercanas al mundo 3D.
Estos ángeles de la muerte son los guardianes del mundo espiritual y por lo tanto los encargados de llevar a las almas ante la presencia de Dios una vez que mueren, y el líder de este coro de las potestades es el arcángel Azrael que corresponde según la Kaballa al planeta Marte. En la cosmología correspondería o se traduciría como la Constelación Draco, Osa Mayor quien controla las Cárceles Celestiales, Camelopardali, Osa Menor, Perseus, y otras constelaciones componentes del Imperio Draco-Reptil, conocidos como el ANTICRISTO.
Cuando el Mesías venga, todos los muertos se levantarán, y habrá un final para la muerte, porque el ángel de la muerte mismo será destruido por el Mesías.
Satanás, el ángel de la muerte se identifica con el anticristo. “El último enemigo que será destruido es la muerte” (I Cor. 15:26; comparar Heb. Ii. 14).
La misma idea parece expresarse en el Libro de los Jubileos 23.:29: “Y cumplirán todos sus días en paz y gozo, y seguirán viviendo, ya que no habrá Satanás ni maldad para destruirlos”.
El ángel de la muerte, que se identifica con Satanás, inmediatamente después de su creación tuvo una disputa con Dios respecto a la luz del Mesías.
Cuando Eva tocó el árbol del conocimiento, percibió al ángel de la muerte y pensó: “Ahora moriré, y Dios creará otra esposa para Adsán. Y, Adam también tuvo una conversación con el ángel de la muerte.
Entones, el ángel de la muerte se sienta ante el rostro o cabecera de los muertos, es decir, tiene máximo control sobre el traslado y recogida de las Almas.
Cuando el ángel de la muerte se acercó a Moisés y le dijo: “Dame tu alma”, Moisés lo llamó y le dijo: “En donde me siento no tienes derecho a estar de pie”. Y el ángel se retiró avergonzado, e informó de lo ocurrido a Dios. Una vez más, Dios le ordenó que trajera el alma de Moisés. El ángel fue y, al no encontrarlo, consultó el mar, las montañas y los valles; pero no sabían nada de él. Realmente, Moisés no murió a través del ángel de la muerte, sino a través del beso de Dios, es decir, Dios sacó su alma de su cuerpo.
Otro personaje bíblico que también trato con el Ángel de la Muerte fue el Rey Salomón quien una vez notó que el ángel de la muerte fue afligido. Cuando se le preguntó sobre la causa de su tristeza, él respondió: “Me piden que lleve a sus dos hermosos escribas”. Salomón inmediatamente ordenó a los demonios que llevase a sus escribas a la Luz, donde el ángel de la muerte no podía entrar. Sin embargo, cuando estaban cerca de la Ciudad de la Luz, ambos demonios murieron porque ellos tampoco podían entrar allí.
Esto evidencia que desde una dimensión más elevada ciertos Seres o deidades superiores gobiernan, controlan y administran el mundo físico. Al ángel de la muerte no se le permite entrar al paraíso.
La literatura árabe también habla sobre el ángel de la muerte en el Corán (suras 32.-11) y es llamado por los mahometanos Azrael, idéntico al ángel de Gehinnom.
En el Corán el ángel Azrael o Azrail es llamado Malak al-Mawt “ángel de la muerte”, que corresponde con el término hebreo malach ha-maweth de la literatura rabínica. Azrael es responsable de transportar las almas de los difuntos después de la muerte. Azra’il, uno de los arcángeles de Alá en el Corán. Y Alá es Sirius.
Por otro lado, el Ángel Gehinnom o Dumah “el ángel del silencio” es un ángel mencionado en la literatura rabínica e islámica como un ángel que tiene autoridad sobre los impíos muertos.
Y, Dumah tiene mil ojos porque son vigilantes, y, está armado con una varilla de fuego o la espada de fuego. Dumah es la palabra aramea para el «silencio«.
“Cuando la muerte fue creada por Dios, él, debido a su terrible poder, tuvo que ser puesto en 70,000 cadenas de mil años de viaje cada una, y detrás de millones de barreras. Cuando Azrael fue puesto a cargo de él y lo vio, llamó a los ángeles para que lo miraran, y cuando él, por orden de Dios, extendió sus alas sobre él y abrió todos sus ojos, los ángeles se desmayaron y permanecieron inconscientes por mil años. A Azrael se le dieron todos los poderes de los cielos. para permitirle dominar la muerte.”
Azrael llega de un extremo del mundo a otro y tiene 70.000 pies y 4.000 alas. Todo su cuerpo está cubierto de ojos -vigilantes- y con lenguas tan numerosas como las criaturas vivientes en la tierra.
Al final del mundo, todos estos ojos, con excepción de ocho, son arrancados por Dios: los de Israfil (Sarafel), Michael, Gabriel, Azrael y los cuatro «yayyot» del Carro Celestial solo quedan.
Los tiempos o el momento de la muerte de personas se dan a conocer al ángel de la muerte a través del libro de rollo en su poder, mostrando una franja blanca alrededor del nombre de la persona condenada. Sin embargo, cuarenta días antes de la muerte, una hoja cae del árbol de la vida, debajo del trono de Dios, en el regazo de Azrael, que está sentado en el séptimo cielo:
“Cuando la gente se lamenta y llora demasiado por la muerte de una persona, el ángel de la muerte se pondrá a la puerta y dirá: ¿Por qué tienes una queja tan violenta? Soy solo el mensajero de Dios y he cumplido sus órdenes. y si te rebelas contra Él, volveré a menudo para tomar una de tu casa.”
“Cuando una persona justa muere, el ángel de la muerte viene con una gran cantidad de ángeles buenos, que llevan dulces olores del paraíso, y hace que el alma abandone el cuerpo como una gota extraída de un cubo de agua. Pero, cuando una persona malvada muere, el ángel de la muerte viene en compañía de los demonios, quienes sacan el alma como si fuera con escupidas de hierro.”
Por otro lado, Psychopomps, palabra griega que significa literalmente “guía de las almas” son criaturas, espíritus , ángeles o deidades de muchas religiones cuya misión es escoltar a las almas recién fallecidas de la Tierra a la otra vida. No juzgar a los fallecidos, sino simplemente guiarlos. Apareciendo con frecuencia en el arte funerario , los psicopompos se han representado en diferentes momentos y en diferentes culturas entidades antropomorfas , caballos , ciervos , perros, látigos , pajareras , cuervos , cuervos , lechuzas, gorriones y cucos.
Cuando se los ve como pájaros, a menudo se los ve en grandes masas, esperando fuera de la casa de los moribundos.
Ejemplos clásicos de un psicopompa son dios egipcio Anubis , el barquero griego Caronte y las deidades Hermes y Hécate, el dios romano Mercurio y la deidad etrusca Vanth .
Por otro lado, la Diosa Sopdet que representa a la Constelación Can Mayor, Sirius-A principalmente, también fue venerada como una diosa de la fertilidad traída al suelo por las inundaciones. Durante el Antiguo Reino , ella era una diosa importante de la inundación anual y una psicopompa que guiaba a los faraones fallecidos a través del inframundo egipcio.
Sopdet, es decir Sirius, la esposa del dios de Sah, la constelación de Orión. Juntos engendraron a un hijo el dios Halcón Sopdu “Señor de Oriente” y Venus.
Desde el Reino Medio, Sopdet aparecía a veces como un dios que sostenía parte de Nut (el cielo o firmamento) con Hathor . En el Egipto grecorromano, el macho Sopdet se combinó con el Anubis con cabeza de perro, es decir, la Constelación Can Mayor -Sirius-.
Para los japoneses la constelación de las Pléyades se llama Subaru y en Sánscrito se llama Krittikas. Algunos de los pueblos aborígenes de Australia la conocían como Makara y reconocían que estaba conectada esposa de la constelación de Orión. Para los Aztecas se llamaba Tianquiztli, que significa el “lugar de reunión” y era considerado un signo importante de la continuidad de la vida y la muerte.
En la mitología Maya, Ah Cimih o Ah Puch conocido como Kitzin “El Apestoso”, y, Yum-Kimil, Hun Ahau, es el dios-Rey de Xibalbá, el inframundo. Descrito como un esqueleto o cadáver con un rostro de jaguar o búho adornado con campanas. Como jefe de los demonios, Hunhau reinaba sobre el más bajo de los nueve mundos subterráneos de los mayas, y el Señor de la Muerte, merodea en torno a las habitaciones de los enfermos al acecho de su presa.
Ah Puch es una deidad malévola. Su figura está asociada frecuentemente con el dios de la guerra e identificado con el kabala con el planeta Marte, además de los sacrificios humanos.
Los compañeros de Ah Puch son el perro, es decir Constelación Sirius, el ave Moán y la lechuza, es decir la Luna. Están considerados como criaturas de mal agüero y de muerte. En ocasiones se le denomina Señor del noveno infierno o el Destructor de mundos.
En el misticismo de la Cultura Maya es conocido un grupo de estrellas muy importante para ellos, tanto que se convirtió en una obsesión para los antiguos mayas, se trata de las Pléyades, un cúmulo estelar de cerca de mil estrellas localizado en la constelación de Tauro.
También en centro de México, las culturas nahuas también consideraban a este cúmulo estelar Las Pléyades como ángeles de vida y muerte, parte fundamental de su dualidad cosmogónica. Además de ser las Pléyades “lugar de los dioses”.
Por los datos anteriores, la Constelación de Orión, Draco, y Osa Mayor, junto a sus subordinados son uno de los ángeles de la Muerte, y Sirius y las Pléyades son las deidades supremas de estos ángeles de la muerte y gobernantes de las Almas de este planeta tierra.
Tanto, Sirius como Pléyades están subordinadas al Centro Galáctico y a la obediencia del Universo Local y del padre, los verdaderos superiores jerárquicos, la voluntad de Dios.
Por lo tanto, el ángel de la muerte no actúa independientemente de Dios, ya que él coge solamente aquellas almas que se le ha ordenado recoger. En lugar de simplemente representar una muerte personificada independiente, el ángel de la muerte es un subordinado de la voluntad de Dios.