OVNIS Y TECNOLOGÍA EXTRATERRESTRE EN LA BIBLIA.
Una de las historias más extendidas en la tradición cristiana se refiere a “la estrella de Belén” que se situó sobre el pesebre donde estaba el niño Jesús; suceso que debió acontecer entre el año 6 antes de cristo, y el año 30 después de cristo.
En los últimos años investigadores del fenómeno OVNI han sugerido que la mencionada «estrella» del pesebre era en realidad una nave espacial extraterrestre; eso elevó la polémica cuestión de si en la Biblia se contienen reseñas sobre OVNIs y extraterrestres.
Pero las referencias de vehículos espaciales extraterrestre, se amplían mucho más en los textos apócrifos; que no dejan de ser libros prohibidos por la Iglesia, manuscritos censurados de los servicios y lectura religiosa.
Afirmar que Jesús fue anunciado a la Tierra en través de la estrella de Belén, o tal como se describe en los textos bíblicos antiguos, como un Ser alado, o un ángel con varios rayos de colores, parece no ser descabellado para el sector religioso, pero de acuerdo a las investigaciones que se han llevado a cabo mediante el análisis cuidadoso de las escrituras bíblicas y apócrifas, en búsqueda de descripciones de seres extraterrestres y ovnis, se encuentran que la cantidad de información está condicionada por los términos y palabras que se usaban de manera cotidiana en una determinada cultura, idioma, religión, y época, por lo que los autores de los escritos de los tiempos bíblicos tenían la desventaja tecnológica actual para poder describir naves espaciales extraterrestre o no.
A falta de un término más actual para designar una nave voladora, espacial o terrestre, utilizaban las palabras más conocidas de su idioma y de su época. Por ejemplo para definir un OVNI utilizaban el término “carroza”, como medio de transporte o vehículos de los Dioses, por lo que se localizó en la biblia tres tipos de medios de transporte cósmicos de los seres celestiales:
- La rueda, o un objeto en forma de disco, referido por Ezequiel.
- El carro de fuego, citados en el segundo libro de los Reyes.
- El carro de nubes que se localizan en los escritos de Moisés, Daniel, David, Mateo, Pablo y Juan.
En los libros II Reyes 2: 11-12 y 6:17, en Salmos 68:17; y en Habacuc 3: 8, del Antiguo Testamento, los escribas describen las naves cósmicas de los dioses y ángeles como «carros de fuego» que son impulsados por unos motores llamados «caballos de fuego», y que son dirigidos por unos pilotos a los que denominan «carros». Entonces tenemos que:
-Las Naves Cósmicas son los “Carros de fuego”.
-Los motores de propulsión del vehículo son los “Caballos de fuego”.
-Los pilotos de las naves son “los carros”.
–El despegue de la carroza o nave se la describe como un «torbellino».
En Moisés y Daniel se describen que los carros entre columnas de nubes servían para guiar de día, alumbrar de noche y también como transportador cósmico.
-«El Señor descendió en la nube».
-«El Señor iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego.»
Desde la perspectiva histórica, y teniendo en cuenta el conocimiento actual en los campos de la ingeniería genética, la aviación espacial y terrestre, etc., junto con la aplicación tecnológica se puede aclarar y releer la historia bíblica de la creación del Génesis, de los carros de fuego, de los ángeles del señor, e inclusive de los distintos dioses que aparecen a lo largo de los distintos eventos bíblicos.
Por ejemplo, muchos pasajes relacionan a ciertos ángeles y dioses, en la época de Sodoma y Gomorra, con la destrucción de estas dos ciudades, lo que sugiere que estas ciudades podrían haber sido devastadas por una explosión nuclear en la antiguad. Pero en otros escritos describen varios tipos de máquinas voladoras, una tecnología avanzada, y armas extraordinarias de los dioses.
A continuación se hace referencia a algunos pasajes que proporcionarán una idea más amplia de las sugerentes aportaciones ufológicas, tecnológica, y avances científicos, en múltiples campos, que aparecen en el contexto bíblico:
Los carros de Dios son dos veces diez mil, miles y miles; el Señor está en medio de ellos; el Sinaí se encuentra ahora en el tabernáculo.
«Entonces la tierra se tambaleó y se balanceó; los cimientos de los cielos temblaron y se estremecieron, porque se indignó. Humo subió de su nariz, y el fuego abrasador de su boca; brasas ardían adelante de él. Inclinó los cielos, y descendió densas tinieblas debajo de sus pies. Cabalgó sobre un querubín, y voló; se le vio en las alas del viento. Puso tinieblas alrededor de él, su dosel, nubes gruesas, una reunión de agua. …
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue hecha brillante con su gloria.
En el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, estando yo en medio de los exiliados por el canal de Chebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.
En el quinto día del mes (fue el quinto año del destierro del rey Joaquín), la palabra del Señor vino al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar, y la mano del Señor estaba con él allí.
Cuando miré, y he aquí un viento tempestuoso venía del norte, y una gran nube, con un brillo alrededor de él, y el fuego parpadeante de luz incesante, en medio del fuego, ya que era de reluciente metal. Y de en medio de ella vino la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: había una semejanza humana,…
De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba! Y él me dijo: «¿Qué ves?» Yo le respondí: «Veo un rollo que volaba. Su longitud es de veinte codos, y su anchura de diez codos”. (Cada codo corresponde a unos 45 cm)
Y yendo ellos y hablando, he aquí, carros de fuego con caballos de fuego apartó a los dos de ellos. Y Elías subió al cielo en un torbellino.
Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
Ahora bien, como él siguió su camino, se acercó a Damasco, de repente, una luz del cielo brilló a su alrededor.
Cuando el hombre comenzó a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas a ellos, los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran atractivas. Y tomaron como esposas a que eligieron. Entonces el Señor dijo: «Mi Espíritu no permanece en el hombre para siempre, porque él es carne. Serán sus días 120 años» Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y les engendraron hijos con ellos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de nombre. El Señor vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que toda intención de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. …
Porque son espíritus de demonios, que hacen señales, que van al extranjero a los reyes de todo el mundo, para reunirlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados o autoridades todo fue creado por él y para él.
La venida del perverso es por la actividad de Satanás, con todas las señales y prodigios de potencia y falsas…
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, potestades, los poderes de este mundo de tinieblas, y las huestes espirituales de maldad de las regiones espaciales –celestes-.
Y miré, y he aquí, había cuatro ruedas junto a los querubines, uno junto a cada querubín, y el aspecto de las ruedas era como de berilo espumoso. Y en cuanto a su apariencia, las cuatro tenían la misma forma, como si una rueda estuviera dentro de una rueda. Cuando andaban, se movían en cualquiera de las cuatro direcciones, sin volverse cuando andaban, pero en la dirección que la rueda delantera se enfrentan, los otros siguieron sin volverse cuando andaban.
¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas?
Por lo tanto, se regocijan los cielos, y los que moráis en ellos! Pero ¡ay de vosotros, oh tierra y el mar, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, porque sabe que le queda poco tiempo! «
Respondió Jesús: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores han estado luchando, para que yo no fuera entregado a los Judíos. Pero mi reino no es de aquí”.
Ahora la guerra surgió en el cielo: Miguel y sus ángeles luchando contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles luchaban espalda.
La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Hizo enviándola por su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todo lo que vio.
Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo! Y la primera voz que yo había oído hablar de mí como una trompeta, dijo: «Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de esto.»
Y el querubín montado arriba. Estos eran los seres vivientes que vi junto al río Quebar. Y cuando los querubines, andaban las ruedas andaban junto a ellos. Y cuando los querubines alzaban sus alas para levantarse de la tierra, las ruedas no se volvieron de su lado. Cuando se paraban, se paraban ellas todavía, y cuando se montan arriba, éstos montados con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas. Entonces la gloria del Señor salió desde el umbral de la casa, y se puso sobre los querubines.
Vienen de un país lejano, desde el extremo de los cielos, el Señor y los instrumentos de su furor, para destruir toda la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo. Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, pero descendió fuego del cielo y los consumió,
Entonces oyeron una gran voz del cielo que les decía: «Ven aquí!» Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron.
Salí del Padre y he venido al mundo, y ahora dejo el mundo y voy al Padre. «
«Vi en las visiones nocturnas, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, y él vino hasta el Anciano de Días y se presentó ante él.
En cuanto al aspecto de las ruedas y su construcción: su aspecto era como el reluciente berilo. Y las cuatro tenían la misma semejanza, su apariencia y construcción siendo como si fuera una rueda dentro de una rueda.
Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Y señoree en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”.
Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: «He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron, y todas las tribus de la tierra se lamentarán por causa de él. Aun así. Amén.
Porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel, y con el sonido de la trompeta de Dios. Y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
E hizo de un solo hombre toda nación de la humanidad para vivir en toda la faz de la tierra, que tienen períodos asignados determinados y los límites de su morada…
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.
Al igual que con el estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes, como el crepitar de llama de fuego que consume hojarascas, como un poderoso ejército dispuesto para la batalla.
Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y de la oscuridad! Al igual que la oscuridad se extendió sobre los montes a grandes y poderosas personas; su como nunca ha sido antes, ni volverá a serlo después de ellos a través de los años de todas las generaciones.
«Porque he aquí, el Señor vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llamas de fuego.
Mira desde el cielo y ver, desde su morada santa y hermosa. ¿Dónde están tu celo y tu poder? La agitación de sus partes internas y su compasión se abstuvo de mí.
Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; levante una canción al que cabalga por los desiertos; su nombre es el Señor; regocijarse delante de él!
Por el resplandor delante de él granizo y carbones de fuego irrumpieron a través de sus nubes. El Señor tronó en los cielos, y el Altísimo dio su voz, granizo y carbones de fuego. Y envió sus saetas, y los dispersó; esbozó los relámpagos y los puso en fuga.
«Como yo estaba en mi camino y llegó cerca de Damasco, como a mediodía, una gran luz del cielo y brilló de repente a mi alrededor.
Cuando el sol se había puesto y estaba oscuro, he aquí, un horno humeante y una antorcha encendida pasaron entre estas piezas.
Vamos, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de otra”.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él. De su tierra y del cielo huyeron, y ningún lugar se encontró para ellos.
Y el quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra, y se le dio la llave del pozo del abismo (océano).
Pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó todo– así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
Y un ángel del Señor se les apareció, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y se llenaron de temor. Y el ángel les dijo: «No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Y esto os servirá de señal para ti: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre «Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes, ejércitos celestiales, que alababan a Dios y decían….
Y una nube que los cubrió, y vino una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchan a él. «Y de repente, mirando a su alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes. Y los montes eran de bronce.
Tus ojos contemplarán al Rey en su hermosura; verán una tierra que se extiende a lo lejos.
Sin embargo, él ordenó a los cielos arriba, y abrió las puertas del cielo, y él hizo llover sobre ellos maná para comer, y les dio trigo de los cielos. El hombre comió del pan de los ángeles; les envió comida en abundancia.
Entonces el Señor dijo a Moisés: «He aquí, yo estoy a punto de hacer llover pan del cielo para ti, y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para que yo pruebe si anda en mi ley o no.
Y Micaías dijo: «Por tanto, oíd la palabra del Señor: Vi al Señor sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su mano derecha, y a su izquierda.
Como él decía estas cosas, vino una nube que los cubrió; y tuvieron miedo al entrar en la nube. Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; ¡Escúchale!»
Y entonces verán al Hijo del Hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria.
«Porque será como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes.
Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y entonces todas las tribus de la tierra harán llorar, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.
Después de escuchar al rey, yendo por el camino. Y he aquí que la estrella que había visto, cuando subió, iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.
Y esta será la plaga con la que el Señor herirá a todos los pueblos que hacen la guerra contra Jerusalén: la carne se pudre mientras que todavía están de pie sobre sus pies, sus ojos se pudrirán en sus cuencas, y su lengua se pudrirá en su boca.
He aquí que el Señor viene de lejos, con rostro encendido, y en un espeso humo ascendente; sus labios llenos de ira, y su lengua es como un fuego devorador…
Porque he aquí, el Señor está saliendo de su lugar para castigar al morador de la tierra por su iniquidad, y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.
Que él miró desde su altísimo santuario; desde el cielo el Señor miró a la tierra,
El Señor mira desde el cielo; ve todos los hijos de los hombres; de donde él está sentado les dan a todos los habitantes de la tierra,
Usted bajó del Monte Sinaí, y habló con ellos desde el cielo, y les dio derechos, normas y leyes verdaderas, estatutos, y mandamientos,…
«No hay nadie como Dios de Jesurún, que cabalga por los cielos para tu ayuda, a través de los cielos en su grandeza.
(Jesurún es Israel, y quiere decir “juntos”; todos juntos)
Éxodo veintiún minutos después de la una de la noche
Y el Señor iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, para que pudieran viajar de día y de noche.
Al mediodía, oh rey, vi en el camino una luz del cielo, más brillante que el sol, que brillaba sobre mí y los que iban conmigo, alrededor. Y cuando todos habíamos caído al suelo, oí una voz que me decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Es difícil dar coces contra al aguijón.
Y cuando hubo dicho estas cosas, viéndolo ellos, él fue levantado, y una nube le ocultó a sus ojos. Y mientras ellos tenían los ojos en el cielo, él mientras se iba, y he aquí dos varones de ropas blancas, y dijeron: «Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, como le habéis visto ir al cielo”.
Y entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con poder y gran gloria.
«Mientras miraba, se colocaron tronos, y el Anciano de Días tomó su asiento; su vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego; sus ruedas fuego ardiente.
Y miré, y he aquí en la expansión de los cielos, que había sobre la cabeza, los querubines nos apareció por encima de ellos algo así como un zafiro, en apariencia como un trono.
Profecía contra Egipto. He aquí, el Señor está montando en una nube veloz y llega a Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán delante de él, y el corazón de los egipcios se derrite dentro de ellos.
Al que cabalga en los cielos, los antiguos cielos; he aquí, él envía su voz, su poderosa voz.
Y en el momento de la ofrenda del sacrificio, el profeta Elías se acercó y dijo: «Oh Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que he hecho todas estas cosas en tu palabra. Respóndeme, oh Señor, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Señor, eres Dios, y que ha convertido sus corazones hacia atrás. «Entonces el fuego del Señor cayó y consumió el holocausto, la leña, el piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
Y mientras huían delante de Israel, mientras ellos iban por la subida de Bet-horón, el Señor arrojó grandes piedras del cielo sobre ellos, hasta Azeca, y murieron. Fueron más los que murieron por las piedras del granizo que los hijos de Israel mataron a espada.
Entonces el Señor bajó en la nube y le habló, y tomó del Espíritu que estaba sobre él y lo puso en los setenta ancianos. Y tan pronto como el Espíritu reposó sobre ellos, profetizaron. Pero ellos no continuaron haciéndolo.
Y el pueblo de Israel figura por etapas desde el desierto de Sinaí. Y la nube se estableció en el desierto de Parán.
El día que el tabernáculo fue levantado, la nube cubrió el tabernáculo, el tabernáculo del testimonio. Y por la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana. Así fue siempre: la nube lo cubría de día, y la apariencia de fuego de noche. Y cuando la nube se levantó de sobre la tienda, después de que el pueblo de Israel establecidas, y en el lugar donde la nube se detenía, allí los hijos de Israel acamparon. A la orden del Señor al pueblo de Israel establecidas, y al mandato del Señor acampaban. Siempre y cuando la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados. Aun cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, el pueblo de Israel guardaba la ordenanza del Señor y no partían. …
El Señor descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre del Señor.
Cuando Moisés entraba en la tienda, la columna de nube descendía y se ponía a la entrada de la tienda, y el Señor hablaba con Moisés.
En la mañana del tercer día hubo truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte y un fuerte sonido de trompeta, de modo que todas las personas en el campamento se estremeció. Entonces Moisés sacó al pueblo del campamento para encontrarse con Dios, y tomó su posición en el pie de la montaña. Ahora el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en fuego. El humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.
Y el Señor dijo a Moisés: «He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también pueden creer que siempre.» Cuando Moisés denunció las palabras del pueblo al Señor,
Y por la mañana vio al Señor en la columna de fuego y de nube, miró hacia abajo en las fuerzas egipcias y lanzó las fuerzas egipcias en un pánico,
Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos.
Y miré, y oí un águila llorar en alta voz mientras volaba directamente sobre la cabeza: «¡Ay, ay, ay de los que moran en la tierra, en las explosiones de las otras trompetas que los tres ángeles están a punto de estallar!”
En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y los siete candeleros de oro; las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros son las siete iglesias.
Y de repente vino del cielo un ruido como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados.
Jesús, sabía que el Padre había puesto todo en sus manos, y que había venido de Dios y que volvía a Dios..
Dijo, pues: «Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.
También deben estar preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”.
Llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos. Y cuando Jesús había salido de la barca, en seguida vino a su encuentro, como de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo. Vivió entre las tumbas. Y nadie podía sujetarlo más, ni siquiera con cadenas, porque muchas veces había sido atado con hierros y cadenas, pero él arrancó las cadenas de la diferencia, y él rompió los grilletes en pedazos. Nadie tenía la fuerza para someterlo. Noche y día entre las tumbas y en las montañas que siempre gritaba e hiriéndose con piedras. …
«Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, fuego y columnas de humo.
Entonces Moisés sacó al pueblo del campamento para encontrarse con Dios, y tomó su posición en el pie de la montaña. Ahora el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en fuego. El humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera. Y a medida que el sonido de la trompeta se hacía cada vez más fuerte, Moisés hablaba, y Dios le respondió en el trueno.
Génesis Capítulo 32:3:
2:1- Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.32:2- Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim. ….
2da. de Reyes Capítulo 02:
2:1- Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.2:2- Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el. …2:11- Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
2:12- Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
2:13- Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán. ….
Es evidente que en los anteriores versículos es usado CARROS DE FUEGO con el fin de definir los vehículos utilizados por estos seres e incluido Jehová, así como la definición de ÁNGELES DE DIOS para definir no a Jehová sino a los acompañantes de éste en las incursiones y contactos con sus designados o profetas cuyas órdenes fielmente obedecían.
Cuando Jehová quiere llevarse al profeta Elias, la tecnología usada y desconocida para nosotros era en un TORBELLINO, es posible que dicho torbellino fuese un haz de luz o algo similar. Y respecto al manto de Elias algún poder tecnológico poseia ya que consiguió separar las aguas.
Surge de la observación al detalle y leído los versículos que dicho Jehová repartía órdenes a sus distintos designados en diferentes lugares de la geografía del Oriente Medio y que repartía los territorios de aquella zona entre sus designados. Estos designados nos damos cuenta que no son pobres sino que económicamente son poderosos y que poseen riquezas, siervos, ganado y tierras que Jehová le proporciona en la incursión a tierras que él ordena que eran suyas. (SALMOS 105-6 –Oh vosotros, descendencia de Abraham su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos….)
¿Quién es Jehová?
Según Salmos 24:8-10– “¿quién es éste Rey de Gloria? Jehová el fuerte y el valiente. El poderoso en batalla, Jehová de los ejércitos. Él es el Rey de de la Gloria…
¿Dónde vive Jehová?
Salmos 3:4– Con mi voz clamé a Jehová y él me respondió desde su monte santo. Salmos 87- Su cimiento está en el monte santo…… cosas gloriosas han dicho de ti, Ciudad de Dios. Salmos9:11-Cantad a Jehová que habita en Sión que significa Sol (o que resplandece como el sol).
¿Qué Jehová vivía en el Monte del sol y Monte Santo que era la ciudad de Dios?
¿Dónde están estos Dioses, los ángeles, y todos sus conocimientos y tecnología hoy?
¿Dónde vive Jehová?
¿Quién es Jehová?
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