COSMOGONÍA ALIENÍGENA. LOS CIELOS DE DIOS Y SUS ÁNGELES.
Nuestro Universo siempre ha sido objeto de estudio desde las más antiguas civilizaciones hasta hoy en día, ya que el cosmos guarda un gran secreto en su interior donde se encierran los orígenes de la humanidad.
Este Misterioso Universo ha capturado la atención del ser humano desde sus inicios, y siempre en búsqueda de las claves que esclarezcan las formulaciones de la ciencia de la vida y de la religión, y los secretos del progreso como civilización terrestre. Pero gradualmente este misterio se extendió hacia la cosmología y religiosa y filosófica, hasta que finalmente se encontró con la cosmogonía mitológica, que es la que abarca el presente apartado.
En cuanto a los orígenes etimológicos de las palabras Cosmología y Cosmogonía, que definen nuestro Universo Misterioso, se debe comentar lo siguiente:
La palabra cosmología proviene del vocablo griego, “cosmos” que significa orden, tratado, o “logos”, siendo su extensión el estudio del universo, donde se busca sus orígenes, estructura, leyes que lo rigen, y también el lugar de la humanidad y su destino.
Sin embargo Cosmogonía, que también proviene del griego Kosmogenía, procede de otras palabras como, mundo y nacimiento, que son alternativas de los orígenes de la histórica convencional, es la historia mítica, que pretende dar respuestas al origen del universo y de la propia humanidad.
En la Cosmogonía religiosa de la Biblia, el Corán, o diferentes textos hindúes, se utiliza de forma general la expresión “los cielos” como extensión física, palpable, y real, donde resplandece el relámpago, donde se forma el rocío y la escarcha, es donde vuelan los pájaros, donde soplan los vientos, donde están las nubes que dejan caer su lluvia, nieve o piedras de granizo, según los libros evangélicos, por el que resulta que “los cielos” establecerían nuestra atmósfera o cielos terrenales.
Pero es igualmente referenciado en el mismo contexto que “los cielos” es la zona del “cosmos” o “firmamento espacial” situado más allá de la tierra y fuera del alcance de los hombres, es decir determina que “los cielos” es también la bóveda celestial o Constelaciones de la Galaxia, que la biblia por ejemplo se nombra como el “Ejercito de los Cielos”.
Etimológicamente la palabra “cielo” proviene de un término hebreo, Scha.má.yim, que en plural designa lo que está en lo alto o más allá de la atmósfera.
Estos “cielos” o Constelaciones fueron creados con anterioridad a la formación de la Tierra y su humanidad que fue una realización y creación material del Dios Yehowáh.
Según los mismos registros, estos cuerpos celestes o Constelaciones estelares están “controladas” o gestionadas por diferentes Leyes que rigen los cielos, y fueron establecidas por el dios Yehowáh. Mientras que nosotros, como seres humanos, cuando miramos al cielo estrellado, solo podemos comprender la imposibilidad de poder medirlo, y ni siquiera de poder contar las estrellas, pero sin embargo el Dios Yehowáh, como el Altísimo que es, sí puede enumerar, contar, designar, y señalar a todas las estrellas por su nombre y lugar.
En la Cosmogonía mitológica, están representados los cielos como, los Siete Cielos, que se refieren a las Siete divisiones del universo, donde se sitúan las moradas de los Seres Inmortales, los dioses, aquellos que son visibles en el cielo y que abarcaría desde el Sol, la Luna, hasta las estrellas de la bóveda celestial.
Esta concepción se remonta a religiones y mitología de la antigua Mesopotamia, la India, el hinduismo, y en cultos abrahámicos, como el Islam, el judaísmo y el catolicismo, incluyendo el jainismo, donde en todos ellos mantienen el concepto de “las siete tierras o siete submundos” que se examinan a continuación a través de los siguientes parajes:
- Mesopotamia y las Constelaciones celestes.
- Dios reveló a Enoc los 10 cielos del universo.
- El Reino celestial Superior: la morada de Dios.
- El Astro KOLOB residencia de Dios.
- Los Cielos en el Judaísmo.
- Los Cielos en el Islam.
- Los Cielos de Dios y sus Ángeles.
- Los Siete Cielos y las Siete tierras del mundo.
Mesopotamia y las Constelaciones celestes.
La idea de los Siete Cielos se inició en la antigua zona mesopotámica, probablemente como concepto simbólico, pero en la lengua sumeria, las palabras “los cielos” o “cielo” en conjunción con “la tierra” son simbolismo de AN y KI, en donde se hace referencia de los Siete Cielos y las Siete Tierras, un “Imin-bi-ki-lmin-bi”.
Recordemos que en acadio y sumerio Anu significa “el cielo o cielos”, representado como una deidad Padre del Cielo, pero Anu era también el Rey de los Dioses, Señor de las Constelaciones, y Señor de los Espíritus y los Demonios, Soberano del reino celestial, un Ser que vagaba por esas altas regiones espaciales, y tenía el poder de juzgar a aquellos que habían cometido crímenes, y que habían creado estrellas como soldados para destruir a los malvados. ANU pertenecia a la Corona Real, la Mitra real, cuyo asistente Visir o Primer Ministro era el Dios Ilabrat.
El dios Ilabrat en las mitologías asiria, babilónica y acadia él era el encargado, Visir o Primer ministro, Consejero del jefe de los cielos, el dios Anu, y parte de su dominio.
Este Dios Ilabrat aparece en las tablas de arcilla sumeria, en la narración de la leyenda de «Adapa y la comida de la vida”, donde parece explicar el origen de la muerte. En esta leyenda se narra que Adapa se había ganado la sabiduría, pero no la vida eterna o inmortalidad. Él es Sacerdote del templo de Ea (Enki) en Eridu, la tierra y ciudad mesopotámica, ya que era hijo de este Dios Ea-Ki o Enki, y en su templo llevaba a cabo los rituales litúrgicos del pan y del agua.
La leyenda dice: Adapa se dedicaba a la pesca en las aguas calmadas, pero de repente aparece el viento del Sur que le ataca y vuelca su barca, lanzándolo hacia el agua. Adapa se enfurece, y decide romper las «alas» del viento del sur, por lo que durante siete días no puede soplar la frescura del mar en la tierra caliente. Por ese motivo Adapa es convocado ante el tribunal del Dios Anu en los cielos, y ante su padre Ea-Enki que le aconseja no comer ni beber nada delante de él, porque teme que esta será la comida y el agua de la muerte.
Esta referencia a la “Viento Sur” puede referirse a Ninlil, esposa de Enlil, quien fue identificado como diosa del Viento del Sur.
El número Siete aparece con frecuencia en los rituales mágicos babilónicos y también en la astronomía esotérica de los pueblos mesopotámicos. Los Siete Tronos; los Siete demonios, los Siete Cielos, etc.
En habitualmente “el/los cielo/s”, no es un lugar designado para los seres humanos en la religión y cosmología mesopotámica.
Según los relatos sumerios, en las tablillas de la Epopeya de Gilgamesh: éste le dice a su amigo Enkidu, ¿Quién puede subir al cielo, mi amigo Enkidú, sólo los dioses que habitan allí con Shamash para siempre?
Junto con la idea de siete cielos, la idea de tres cielos también era común en la antigua Mesopotamia.
Dios reveló a Enoc los 10 cielos del universo.
Enoc estaba durmiendo cuando se le aparecieron delante de él dos hombres muy grandes, que nunca habían visto en la Tierra.
Estaban de pie en la cabecera y le habían llamado por su nombre, entonces Enoc se levantó, y fue cuando los vio claramente con sus ojos, dos hombres delante de él, y a los dos hombres de pie.
Enoc los saludo, pero le alcanzó el miedo y el temor en su cara; entonces esos hombres- ángeles enviados de Dios le dijeron:
“Ten valor y no temas el miedo te dará agudeza.”
“El señor dios eterno nos ha enviado a ti para que asciendas con nosotros al cielo.”
“Ve y avisa a tus hijos y familiares, y a todo aquél que se deba hacerse sin ti en la Tierra, y en tu casa, que deben dejar de buscarte hasta que el señor Dios te vuelva con ellos.”
Enoc avisó a sus hijos y demás familiares y les dijo que los ángeles lo llevarían en sus alas hacia el cielo, hacia dios. Y estos fueron los cielos vistos por Enoc:
Primer Cielo.
Entonces los dos hombres le llevaron en sus alas hacia arriba, hacia el Primer Cielo, que se colocaba sobre las nubes.
Desde las nubes, o primer cielo, miró y vio el éter, y sobre éter estaba un “gran mar profundo”, un abismo, mayor que el mar de la tierra.
Enoc miró hacia abajo, sobre la tierra, y vio las moradas de las nieves, y a los ángeles que mantienen los “terribles almacenes”. También vio las nubes de donde salen y a las que se dirigen los ángeles.
También le mostraron a muchos ángeles que guardan “los tesoros de las moradas de todas las cosas”, y también la forma en que se cierran y se abren.
Después le llevaron a un sitio cuyos habitantes son como el fuego ardiente, pero cuando desean pueden aparecer como humanos. Luego le llevaron a la casa de la tempestad, sobre una montaña cuya cima tocaba el cielo.
Enoc vio también la piedra angular de la tierra y los cuatro vientos que sostienen la tierra y el firmamento. Vio como los vientos extienden el velo del cielo en lo alto y cómo tienen su puesto entre el cielo y la tierra: son las columnas del cielo; vio los vientos que hacen girar y que conducen por las órbitas del sol y de los astros en sus estancias; vio los vientos que sostienen las nubes sobre la tierra, los caminos de los ángeles; vio en los confines de la tierra el firmamento en lo alto.
Luego le fue mostrado un profundo abismo entre columnas de fuego celeste, y vio en él las columnas de fuego que descendían y ascendían al fondo y cuya altura y profundidad eran inconmensurables; y más allá de este abismo vio un sitio sobre el cual no se extendía el firmamento, y que bajo el cual no había tampoco cimientos de tierra, y sobre el cual no había ni agua ni pájaros, sino que era un lugar desierto y terrible.
En ese lugar vio las siete estrellas parecidas a grandes montañas, que ardían, y cuando pregunté sobre esto, el ángel le dijo:
“Este sitio es el final del cielo y de la tierra; ha llegado a ser la prisión de las estrellas y de los poderes del cielo.”
“Las estrellas que ruedan sobre el fuego son las que han transgredido el mandamiento del Señor, desde el comienzo de su ascenso, porque no han llegado a su debido tiempo; y Él se irritó contra ellas y las ha encadenado hasta el tiempo de la consumación de su culpa para siempre, en el año del misterio”.
Luego estos hombres enormes, estos ángeles, le llevaron delante de Enoc a los Ancianos y Gobernantes de las Órdenes Estelares.
Se le mostro a los 200 ángeles que gobiernan las estrellas, y sus servicios en los cielos; ellos vuelan en sus alas y se asientan sobre todo lo que navegan.
El Segundo Cielo.
Aquellos hombres llevaron al Enoc al segundo cielo y le mostraron “la oscuridad”, una oscuridad mayor que la terrenal, y allí vio a los “prisioneros colgados” que estaban a la espera del Gran Juicio sin límites. Los ángeles de ese lugar eran de apariencia más oscuros que los terrenales.
Los hombres que mostraban a Enoc todas estas cosas le dijeron que estos eran “prisioneros” porque fueron “apóstatas” contra Dios quedesobedecieron las órdenes de dios y siguieron su propia voluntad. El Príncipe que los gobernaba fue capturado en el quinto cielo.
Y los hombres que escoltaban a Enoc le llevaron a otro lugar.
El Tercer Cielo.
Y entonces los hombres gigantes que acompañaban a Enoc le llevaron al Tercer Cielo, y lo colocaron allí desde donde él vio todos los árboles en dulce floración y con sus frutos. Los frutos de esos árboles eran de un olor dulce y todos esos alimentos transmitían burbujeos de exhalación fragante.
Y de en medio de todos los Árboles de la Vida en los cuales se apoya el Señor cuando va al Paraíso; éste es el árbol de inefable bondad y fragancia.
La raíz de los árboles están situados en el extremo de la Tierra, en ese Jardín, y el Paraíso/Edén está situado entre lo corruptible y lo incorruptible.
En este lugar hay 300 ángeles muy brillantes que mantienen el Jardín-Edén y le siven al Señor todos los días y horas.
Estos hombre de Enoc le dijeron que este lugar es para el Justo que debe soportar todas clase de delitos que exasperan su alma, que desvían la vista de la iniquidad, y hacen juicio justo porque dan pan al hambriento, cubren al desnudo con ropa, y levantan a los caídos… y caminan sin manchas delante del “rostro” del Señor. Para ellos se prepara este lugar.
Entonces le llevaron al lado Norte y le mostraron un lugar terrible donde había toda clase de “torturas”, y toda clase de crueldad, oscuridad, tristeza, ya que no estaba iluminada, porque allí no había luz, pero sí fuego constante. En este lugar existían los Ángeles terribles y despiadados que usan las armas de la Ira.
Los acompañantes de Enoc le indicaron que este lugar estaba creado para aquellos que deshonraron a Dios, y que en la Tierra fueron contra la naturaleza, con la corrupción, sodomía, magia, hechizos y brujerías diabólicas, y que realizaron malas acciones como el robo, la mentira, la calumnia, el rencor, la fornicación, el asesinato, la malicia, y robaron almas de los hombres, que se inclinaron hacia deidades vanas del mundo inferior, levantándoles imágenes, ejerciéndoles culto, y se inclinaron por las obras impuras y oscuras.
Y he aquí que los hombres acompañantes de Enoc le trasladaron a otro lugar.
El Cuarto Cielo.
En esta ocasión los hombres de Enoc le llevaron al cuarto cielo, donde le mostraron en acontecimientos sucesivos, todos los rayos de la luz del Sol y la Luna.
También vio el círculo del Sol y sus ruedas viajeras del tiempo que paseaban a una maravillosa velocidad del día y de la noche cósmica, sin descanso. El paso o retorno del Sol, a su vez, está acompañado por las 4 Grandes Estrellas, y cada una de esas estrellas tienen un millar de estrellas a la derecha de la rueda del Sol, y por su izquierda y por debajo de ellas, tienen un millar de estrellas, haciendo un total de 8.000 estrellas, que viajaban con el Sol en un baile cósmico constante.
Miríadas de Ángeles asisten en ese lugar de día, y por la noche un millar. El número Seis -6-, de seis alas son un centenar de ángeles de la rueda del Sol que encienden el astro.
Entonces Enoc también pudo ver otros elementos que vuelan del Sol, y cuyos nombres son “Fénix y Chalkidrí”, que tienen pies en forma de león y cabeza de cocodrilo, con apariencia como de “arco iris”. Sus alas eran como la de los ángeles, cada uno tiene 12, asisten y acompañan al Sol. Por tanto el Sol gira, y se va, y se eleva bajo el cielo, y su curso pasa por debajo de la Tierra.
Y le mostraron a Enoc la Luna donde había 12 Grandes “puertas”, y le mostraron todos sus trayectos. Enoc pudo ver también, en medio de los cielos, soldados armados sirviendo al Señor.
Y los acompañantes de Enoc le llevaron a otro lugar.
El Quinto Cielo.
Llevaron a Enoc al quinto cielo, donde pudo ver innumerables soldados llamados “los Grigori”, con una apariencia humana pero de tamaño mucho mayor que los gigantes. Y vio sus caras marchitas y sus bocas silenciadas.
Estos hombres le dijeron a Enoc: “Estos son los Grigori que junto a su Principe Satanail, rechazaron la luz del Señor, y son los que se llevaron a cabo la oscuridad del Segundo Cielo.
Un tercio de ellos bajaron a la Tierra, desde el trono del cielo del señor, a un lugar llamado la colina de Ermon, rompiendo los votos de obediencia. Y de las hijas de los hombres de la Tierra tomaron para ellos esposas, y ensuciaron la Tierra con sus hechos, haciendo en todo momento ilegalidad, mezclándose con ellos y engendrando hijos que nacieron Gigantes, grandes hombres, y con gran enemistad. Por ello Dios les juzgó con gran juicio.
El señor los ha condenado a estar bajo tierra hasta que el cielo y la tierra terminen para siempre y llegue el Gran día del Señor.
Y estos hombres acompañaron al Enoc a otro lugar.
El Sexto Cielo.
Estos hombres llevaron a Enoc al Sexto Cielo, y desde allí vio los Siete -7- Ángeles gloriosos, con rostros resplandecientes y brillantes como el Sol. No habían ninguna diferencia entre sus caras, o sus comportamientos, o formas de vestir, y esto hacía que pudieran ordenar y gestionarlo todo, las idas y venidas de las estrellas, las alteraciones de la Luna, la evolución del Sol, y el buen gobierno del Mundo.
Cuando los Siete Ángeles ven hacer la maldad, lanzan-envían mandamientos e instrucciones, y todas las canciones de alabanza a dios que fuere necesarias.
Estos son los denominados ARCÁNGELES, los ángeles superiores, que miden toda la vida en el cielo y en la Tierra. Ellos designan a otrosángeles que desempeñan funciones de Gestión y Registro.
Unos ángeles son designados para que gestionen las estaciones, los años, los ríos, los frutos de la tierra, la hierba, y para dar de comer a todos, a todo Ser Viviente.
Y otros ángeles designados son los que ejercerán de escribas –registradores de todas las Almas humanas, y todas sus obras y vidas; todo ello lo realizan ante el rostro del Señor.
En medio de estos ángeles está Fénix y los 6 Querubines de seis alas, que van a una sola voz.
Y los acompañantes de Enoc le llevaron a otro lugar.
Del Séptimo Cielo.
Y estos hombres llevaron a Enoc al Séptimo Cielo donde pudo ver una Gran Luz, y las “Tropas de fuego de los Grandes Arcángeles”.
También vio “las fuerzas incorpóreas” y sus dominios, sus órdenes y gobiernos, así como Querubines y Serafines, muchos tronos, y nueve -9- regimientos de IOANIT de la Luz.
Enoc al ver esto tuvo temor y los hombres acompañantes le dijeron: “Ten valor Enoc, no temas” y le mostraron al Señor de lejos, sentado en su altísimo trono, que llegaba hasta el Décimo Cielo. Este décimo cielo es Dios, en hebraico es el llamado ARAVAT.
Décimo cielo, en hebreo es Aravoth, que es el más alto de todos los cielos, de un total de Diez cielos, donde Aravat, es Dios, y donde reside Dios.
El trono del Señor abarcaba desde el décimo cielo hasta el séptimo cielo. Y todas las tropas celestiales, según su rango, se inclinaban ante el señor.
El Octavo Cielo.
Y este arcángel Gabriel llevó a Enoc al octavo cielo, que es llamado por los hebreos MUZALOTH, desde donde se podían cambiar las estaciones, y de los 12 signos zodiacales que están por encima del Séptimo cielo.
Mazzaroth o Muzaloth, es una palabra hebrea que significa en términos generales “las constelaciones del Zodíaco”, en referencia a lasrepresentaciones angelicales que participaban en los mundos Tierra en su “giro de precesión” o movimiento de trompo que hace el planeta Tierra sobre su propio eje, llamado UN AÑO PLATÓNICO o AÑO CÓSMICO, que puede durar aproximadamente unos, entre 25.700 y 25.900 años, es decir, 26.000 años es Un año cósmico.
El Noveno Cielo.
Y Enoc vio el noveno cielo que en hebreo es el llamado KUCHAVIM, donde se encuentran las CASAS DE LOS CIELOS, el Olimpo de los Dioses, las CASAS CELESTRES DE LOS 12 SIGNOS DEL ZODÍACO.
El Décimo Cielo.
En este cielo vio Enoc la “cara” o rostro del Señor Dios que era como el hierro brillante en el fuego, que emitía chispas y quemaba.
¿Qué dice la biblia con respecto a los poderes celestiales?
-En Job 38:32:
¿Puedes tú atar las cadenas de las Pléyades, o desatar las cuerdas de Orión?
¿Haces aparecer una constelación a su tiempo, y conduces la Osa con sus hijos?
¿Conoces tú las ordenanzas de los cielos, o fijas su dominio en la tierra?
-En Job 9:9: El que hace la Osa, Orión y las Pléyades, y las cámaras del sur…
-En 2 Reyes 23:5: Quitó a los sacerdotes idólatras que los reyes de Judá habían nombrado para quemar incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén, también a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, a las constelaciones y a todo el ejército de los cielos.
(En algunas traducciones “la Osa” se le identifica principalmente con “la Osa Mayor” y con “los Arcturus”)
La Iglesia católica rechazó, de su canon, el libro Eslavo y el libro Etíope, que hablan del Profeta Enoc, debido a su antigüedad, ya que no coincidía con el límite establecido del Tiempo de unos 4.004 años antes de Cristo, que fue asignado a la creación del mundo.
-Juan 8:23: “Y él (Jesús) les dijo: Vosotros sois de abajo (es decir,más abajo), yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, y yo no soy de este mundo.”
–Efesios 4: 9-11: “Y eso de que se subió, ¿Qué es, Sino que también había descendido primero a los contradictorios más abajo de la Tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de Todos los cielos, para llenarlo TODO”. Y el que constituyó todo, UNO, y los Apóstoles, unos y otros; los Profetas; unos y otros; y los Evangelios, unos y otros; y los pastores y maestros.”
Cuando en estos párrafos hacen referencia “más bajos de la Tierra”, se hacen eco de la traducción griega de la palabra Katoteros, kat-o ‘ter’-os; comp. Gr de Kato, kat’-o, que significa, hacia abajo, abajo, abajo, fuera de la parte superior, debajo, es decir que por lo tanto su significado correcto correspondería con “la zona inferior de la Tierra”. Esta zona correspondería con un nivel local o HADES; es el Mudo Inferior o subterráneo con entradas situadas en la superficie, visible e invisible.
Los Querubines y los Serafines estaban de pie y alrededor del Trono del Señor; el de las seis alas y muchos ojos.
Y el Señor envió a un Arcángel llamado GABRIEL, y le dijo éste a Enoc: “Ten valor Enoc, no temas, antes de ver el rostro del Señor de la eternidad, levántate y ven conmigo.”
¿Quién es el arcángel Gabriel?
Investigación obtenida a través de medios esotéricos; por los cauces de la “hipnosis regresiva”, realizada al consultante Néstor (vídeo 1015, ángeles y el plan sobre la humanidad), realizado por Calogero Grifasi, amplifica información sobre el personaje llamado el Arcángel Gabriel. En esta sesión de hipnótica – regresiva se obtienen los siguientes datos sobre él, y sobre lo que manifiesta:
-El arcángel Gabriel es un siervo de dios.
-Controla y domina la tierra, y también otros lugares.
-Tiene un pacto con la humanidad.
-Tiene en su ADN 23 tipología de especies añadidas en su cuerpo genético, como por ejemplo la de araña, humana, reptil, etc., así hasta 23.
-Posee unas alas muy grandes.
-Y dice que aquellos que pecaron contra dios: “Han interferido en el Plan Divino, y por eso sus errores del pasado les pasaran factura. Ellos fueron de entre sus propios hermanos, pero serán enterrados y encerrados, por todos los días de su vida, por la voluntad y orden del Dios Padre. Así sea.”
-En la dimensión que vive es muy distinta a la terrenal.
-El Padre está en el sistema estelar de SIRIO, sentado en su Trono.
-Dice que dios mostró a Enoc todo el poder, todas las cosas que se hicieron en Siete Días.
¿Cómo describe Enoch los Siete días de la creación, según su revelación divina?
-Dios creó durante el Primer día, las fuerzas terrestres, celestiales, y también al hombre de la Tierra.
-Dice que Dios fundó el agua y la rodeó de luz, y de esa manera estableció en el agua las Siete Islas (planetas que terraformó igual que la tierra); acto que realizó por la tarde del Primer día de la creación, un domingo.
-Posteriormente se convirtió la tarde en noche, y en la mañana del Segundo Día del lunes, esta es la esencia del fuego. Luego dios creó todos los cielos.
-En el Tercer día, que era martes, dios ordenó (reestructuró terraformó) la Tierra, y entonces crecieron los árboles (humanidades creadas) y susfrutos (descendencias), y también se esparcieron semillas (nuevas creaciones), entonces dios plantó un Paraíso-Edén, que rodeó, y al que colocóguardianes-ángeles armados de fuego.
-En el Cuarto Día, que era miércoles, ordenó dios creó “Grandes Luces” en los círculos celestes.
En el Quinto Día, que era jueves, ordenó dios al mar que diesen peces, y aves de muchas variedades, y todos los animales que se arrastran por la Tierra, Serpientes, y sobre cuatro patas o que se eleven por el aire. Dios también separó el sexo en masculino y femenino y cada Alma respiró en la vida.
-En el Sexto Día, que era viernes, dios creó al hombre con “siete consistencias” que es igual a los Chacras-campos energéticos que elaboran las conciencias de comportamiento y del Ser.
“La primera consistencia era la carne de la Tierra; la segunda consistencia era la sangre del rocío; la tercera era los ojos del Sol; la cuarta eran huesos como las piedras; la quinta era inteligencia de los ángeles y de las nubes; la sexta consistencia eran venas y pelo de la hierba de la Tierra, y la última y séptima consistencia del hombre era tener un ALMA de la respiración o aliento de la vida y del viento.”
Le dio las Siete naturalezas: audiencia en la carne, ojos a la vista, olfato para el alma, venas para el tacto, sangre para el gusto, huesos para la resistencia e inteligencia. Dios creó al hombre de lo invisible a lo visible, de la muerte y de la vida. Creó a Adán y un Jardín para él.
-En el Séptimo Día reposó.
El Reino celestial Superior: la morada de Dios.
La visita de Enoc desde el Octavo cielo hasta el Décimo cielo, se resume de la siguiente manera:
-En el Octavo cielo, llamado Muzaloth, un lugar de la evolución de temporal.
-En el Noveno Cielo, llamado Kuvachim, las Casas de los signos del zodíaco.
-En el último y Décimo cielo, que se llama Aravoth, Enoc reconoció que era la constelación de dónde había llegado nuestros primeros antepasados, desde la “estrella Altair” (en Aquila).
Durante Junio y Agosto, del verano boreal, se puede observar en los cielos la forma estelar de un Gran Triángulo. Éste es el “Triángulo del Verano” compuesto principalmente por las TRES ESTRELLAS que forman las Tres Constelaciones de: Vega (Alpha Lyrae), Deneb (Alpha Cygni) y Altair (Alpha Aquilae).
-La estrella ALTAIR, pertenece a la Constelación AQUILA es la décima segunda -12- más brillante estrella del cielo, y la estrella principal de laconstelación del Águila. Altair se encuentra a 16,7 años luz de distancia de nuestro Sol, siendo el astro más frío de las tres estrellas del triángulo, y también la menos luminosa, ya que es una estrella enana que en cuyo núcleo se fusiona el hidrógeno que reconvierte en helio. Pero a pesar de su tamaño es once veces más brillante que nuestro Sol.
¿Qué dice la biblia con respecto a las Constelaciones?
-En Génesis 1:14: “Entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche (días y noches cósmicos), y sean para señales y para estaciones (Constelaciones estelares y Zodiacales), y para días y para años (tránsito del Sol por la Galaxia); y sean las luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.…”
Según el Profeta Enoc, los 12 signos del Zodíaco están situados por encima del Séptimo Cielo.
Para los hebreos, el cielo superior, es decir, del 8º a 10º cielo es la Morada de Dios, porque es dios y su trono.
Para el movimiento Mormón de los Santos de los últimos días, y según el Profeta y fundador, John F. Smith, en las traducciones del Libro de ABRAHAM, y en el Libro de Moisés: el trono de dios está situado sobre una Estrella o Planeta denominado KOLOB, que significa “la primera creación” por ser ésta la más próxima a la residencia celestial de dios. En ese lugar, estrella o planeta, mil años terrestres equivaldría a un solo día en Kolob, llamado por los egipcios JA-OH-EH.
La biblia dice en Salmos 90:4 que 1.000 años terrestres es un día de dios, y en 2Pedro 3:8 dice que un día del Señor son 1.000 años.
Hay diversas hipótesis sobre dónde ubicar ese planeta o estrella, y entre algunas: una hipótesis sitúa a Kolob en el sistema estelar de SIRIUS; y en otra hipótesis sin embargo propone que kolob podría estar ubicado en el Triángulo del Verano (las estrellas Antares Regulus, y Canopus).
El Astro KOLOB residencia de Dios.
Se menciona al sistema estelar de Sirius en el capítulo 53, Aleya 49 del Corán, (53:49), titulado An-Najm, “La estrella” de la siguiente manera: “Que Él es el Señor de Sirio, de la Poderosa Estrella”.
¿Dónde se ubica Sirius y por qué de su gran poder?
Sirius, en su denominación latina, es el nombre propio de la estrella Alfa Canis Maioris, la más brillante de todo el cielo nocturno vista terrestre, que está situada en la constelación del hemisferio espacial Sur Canis Maior.
Esta estrella, es en realidad una estrella binaria, muy conocida desde la antigüedad, y sobre todo en el Antiguo Egipto, ya que la salida heliaca de Sirio marcaba la época de las inundaciones del Nilo.
Historicamente ha estado muy presente en civilizaciones griega, maya y la polinesia, donde Sirius era llamada “Estrella Perro”, debido a la constelación a la que pertenecía: Dog Star, Stella del Cane, Hundsstern, Köpek-yıldız, Hundstjärnan, el Gran Can, etc.
El Gran Can o la estrella del perro han sido típicamente identificados como el Perro Gigante de Orión.
Homero, en su Ilíada, describe el acercamiento de Aquiles a Troya referenciando a Sirius como el Perro de Orión, y como la estrella más brillante y malvada del cosmos.
Los Cielos en el Judaísmo.
Los rabinos primitivos dividieron los cielos en siete cielos, entonces por ejemplo como lo dice el libro del Esplendor, un libro que resume la kabala judía, los Siete Cielos es una parte de esta cosmología religiosa que se encuentra además en muchas religiones importantes, como el judaísmo, el hinduismo y el Islam y en algunas religiones místicas como el hermetismo y el gnosticismo. A cada cielo le corresponden dos formas de poder:
-El poder de los Arcángeles, que tiene dominio sobre que todo el Cielo en general.
-Y el poder innato y natural del mismo cielo como potencia en sí misma.
Ambas fuerzas se combinan para invocar el gran poder de los cielos y para el avance espiritual.
“Los cielos” de los antiguos estaban compuestos por Siete Cielos que describían a los siete planetas de nuestro sistema solar: el Sol y la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Saturno y Júpiter.
De acuerdo con esta creencia cada planeta ocupaba su propia capa del cielo o poción cosmos en una órbita más y más lejos de la Tierra, ya que la Tierra estaba considerada como el centro del Universo de aquél entonces.
Los Cielos en el Islam.
El Islam reconoce como lugar sagrado a “los cielos” del cosmos. Cada cielo o «ss-samawat» consta de siete niveles: El primero y el más inferior de los niveles es el Dunyah, que abarca el universo conocido y todo lo que está en su interior.
La composición del universo se revela en los versos en el Corán donde establecen que el cielo, como planetas o astros, se compone de siete capas. Sin embargo, es de difícil explicación de qué se entiende por estos “siete cielos o niveles”.
Pero en términos generales se podría deducir que Dios dividió el universo cósmico en Siete esferas distintas.
Según los actores emisores estelares relatan en el cúmulo de galaxias donde residimos está dividido en 7 Súper Universos, y nuestra Vía Láctea está situada en el Súper Universo núm. 7.
Los Cielos de Dios y sus Ángeles.
En las historias sobre dioses y ángeles, y sus moradas celestiales, se han dado diferentes nombres teológicos para su descripción. Se les ha denominado:
– Los siete cielos y los 7 infiernos.
– Las 7 mansiones celestiales.
– Los 7 palacios de la oscuridad.
– Los 7 cielos y las siete tierras.
En las religiosidades terrestres el “cielo de los cielos” no puede sujetar a Dios, por lo significa que el cielo tiene un sentido físico, y se refiere a aquellas zonas más alejadas en el espacio del universo, fuera de la atmósfera terrestre.
Quienes defienden los diferentes cielos, indican que el primer cielo es el que se creó en Génesis 1:26, es decir la atmósfera que cubre la tierra.
El segundo cielo es el espacio exterior creado en Génesis 1:1 y descrito en el Salmo 8: 3,4.
El tercer cielo por lo tanto es el cielo en donde mora Dios Yehowáh, descrita en 1 Corintios 12:2.
Nuevo Testamento de la Biblia la palabra «cielo» se utiliza principalmente con tres sentidos:
- El aire superior, donde las aves vuelan. Mt 08:20 24:30
- La región en la que residen las estrellas. Hch 7:42 Hebreos 11:12
- La morada de Cristo, de la gloria divina, y de los santos. A veces denominado como “el tercer cielo”. Heb 9:24 1 Ped 3:22.
Los Siete Cielos y las Siete tierras del mundo.
Los Cielos Mormones enseñan que existen tres cielos principales: el telestial, el terrestre y el celestial. Y lo dividen como si fueran compartimientos habitados por personas después de que mueren.
En los relatos del Profeta Enoch 2:8, el Jardín del Edén y el árbol de la vida se encuentran en el 3er Cielo.
En el Zohar se mencionan 390 Cielos y 70.000 mundos.
En los textos gnósticos Basílides acredita 365 Cielos.
En el Jellenek (en Bet Ha-Midrasch) se menciona una leyenda que enumera 955 Cielos.
En el número 2 Enoc detalla 10 Cielos, entre los que se situaría “la morada de Dios”:
-El 8º Cielo se llama Muzaloth.
-El 9º cielo que es el hogar de los 12 signos del zodíaco, se llama Kukhavim.
-El 10º Cielo donde Enoch vio la «visión del rostro del Señor», que se llama Aravoth, que es un término hebreo para designar a los 12 signos del zodíaco unidos como una sola Galaxia.
Otra representación de los Siete Cielos aparece en El Nuevo Testamento como los Doce Patriarcas y en otros apócrifos judíos, y fue acreditado por los antiguos persas y babilonios.
Los persas simbolizaron la imagen del Todopoderoso como el más alto de los Siete Cielos, donde Dios estaba sentado en su gran trono blanco rodeado de Querubines alados.
Los Siete Cielos y las Siete Tierras quedan reflejados de la siguiente manera.
Y se creó siete cielos arriba y siete tierras abajo, siete océanos y siete ríos, siete días y siete semanas, siete años y siete veces siete años, y los siete mil años de la duración del mundo.
Y cada uno de los siete cielos arriba tiene sus estrellas, sus cuerpos astrales y sus soles. Cada uno tiene su jerarquía, con poder de ejecutar la voluntad soberana. Y los que sirven son diferentes en cada cielo: en algunos, los sirvientes tienen seis alas; en otros, cuatro alas. En algunos, tienen seis caras; en otros, dos caras.
Algunos, están hechos de fuego; algunos, de agua, y algunos, de aire. Y todos los cielos están colocados unos dentro del otro, como las hojas de una cebolla. Y los siete cielos tienen cada uno sus estrellas fijas y sus estrellas móviles.
Llevaría un ciento de años andando para recorrer cada cielo. Y la altura de cada uno es cinco veces tan grande como su superficie. Y la distancia que separa un cielo de otro llevaría quinientos años para recorrería.
Y por encima de todos ellos está el cielo, Araboth, el más alto, cuya superficie llevaría mil quinientos años para recorrería y su altura exactamente otro tanto. La luz del Araboth es tan grande que ilumina todos los cielos.
Encima del Araboth está el cielo de la Bestia Santa. Una garra del pie de la Bestia Santa es tan grande como siete veces la distancia que hay entre la tierra y el cielo. Es como un cristal ígneo. Aquí se hallan las legiones de la derecha y de la izquierda.
En cada uno de los cielos hay gobernante, que gobierna la tierra y el mundo. La Tierra no está gobernada por cualquiera de estos gobernantes, sino por el mismo creador. Y el poder que emana de cada uno de ellos es traído del cielo a la tierra.
Pues cada gobernante está investido desde arriba con el poder que le da al mundo de abajo. En medio de todos los cielos hay una puerta llamada Gabillon, debajo de la cual se hallan setenta puertas más, guardadas por setenta jefes, de la que sale un rayo de luz igual a dos mil lámparas.
Nuestro mundo forma el centro de mundo celestial, y está cercado por puertas que conducen a los reinos superiores. A cada puerta habitan legiones de ángeles. Estos ángeles son alimentados por un inmenso árbol de la vida, que es invisible, puesto que su luz está oculta por las ramas.
Este mundo puede ejercer su poder solamente cuando las sombras del árbol lo cubren y cuando todas las puertas que le dan comunicación con el mundo superior están cerradas.
Cuando los signos de alabanza se elevan desde la garganta del hombre hasta los cielos, dos puertas se abren; una al Norte y la otra al Sur, y la llama celestial baja a la tierra y envía su iluminación en seis direcciones.
Si las puertas del mundo no estuvieran guardadas por ángeles, los demonios habrían entrado y lo habrían destruido hace mucho tiempo.
Cuando el creador quiso crear todas las cosas, empezó creando algo que era a la vez macho y hembra, y a éstos, a su vez, los hizo dependientes de otra forma y esta vez de macho y de hembra.
Recapitulación de los 7 cielos y de las 7 Tierras.
-El primer cielo y la primera tierra.
El Primer Cielo. Shamayim o Shamain. El Primer cielo, Shamayim, es el de las fronteras de la Tierra y está regido por el Arcángel Gabriel. Este es el más baja de los cielos, donde las fronteras de nuestro mundo se cree que es la morada de Adán y Eva. Este cielo es el primero y más cercano a la Tierra actúa como un agente en la sombra sobre la Tierra.
Este cielo tiene nubes, el viento y las aguas superiores. Es el hogar de los ángeles que vigilan a las estrellas. En él hay legiones de ángeles que guardan la nieve, el hielo y el rocío y que viven en esta cercanía. Esta es la Tierra Prometida.
La Primera Tierra. Los habitantes de este mundo son los descendientes de Adán. Se dice que es aburrido y triste, pero poco se sabe sobre él.
-El Segundo cielo y la segunda tierra.
El Segundo Cielo. Raquia o Raqia. El Segundo cielo, Raquia, se rige por los Arcángeles Rafael y Zachariel, y de acuerdo a Enoch, es dentro de este cielo que los ángeles caídos están en la cárcel esperando sentencia definitiva en completa oscuridad.
La Segunda Tierra. La gente de este mundo, también descendientes de Adán, eran cazadores y agricultores. Fueron maldecidos con el desconsuelo. También se conceptuaba que los visitantes llegaron aquí y borraron la memoria a los humanos, sin los recuerdos y acontecimientos anteriores.
-El tercer cielo y la tercera tierra.
Tercer Cielo: Sagun o Shehaquim. El cielo tercero es único porque de acuerdo a Enoc, el infierno está dentro de los límites del norte del tercer cielo. Este lugar es regido por el Arcángel Anahel y tres saraim subordinados: Jagniel, Rabacyel, y Dalquiel, y es la residencia de Arcángel Azrael, el ángel islámico de la muerte.
La región norte de este cielo tiene un río de fuego que fluye a través de la tierra el frío y el hielo, aquí los malos son castigados por los ángeles.
Las tierras del sur son un paraíso abundante, cree que es el Jardín del Edén, donde las almas de los justos vendrán después de la muerte. Dos ríos, el río de leche y miel y el río de vino y el flujo de aceite hay aquí Es en este cielo en donde el «Árbol de la Vida puede ser encontrado. El jardín celestial hermoso es perfecto donde todas las almas van después de la muerte y está custodiada por 300 ángeles de luz. También se registró que la entrada de este cielo es una puerta de oro.
La Tercera Tierra. Aunque este mundo es de sombras también hay bosques, selvas, y huertos. Los habitantes vivían de la fruta de los árboles.
-Los cuartos cielos y la cuarta tierra.
El cuarto cielo. Machanon o Machen. El 4º cielo, Machanon está regido por el Arcángel Miguel, es el sitio de la Jerusalén celestial, el templo santo y el altar. Es aquí de acuerdo a Enoc, el Jardín del Edén que no está situado en realidad en el tercer cielo. Se dice que es la casa de la ciudad de Cristo y la sede natural de los ángeles.
La cuarta tierra. Este mundo tiene dos soles y es muy seco. Las ciudades aquí son ricas y maravillosas, pero los habitantes estaban constantemente en busca de una fuente de agua subterránea. Se dijo que estas personas tenían características justas y estaban llenos de fe espiritual.
-El quinto cielo y la quinta tierra.
El quinto cielo. Mathey o Majón. Este quinto cielo es el llamado Mathey, que es el asiento / casa de Dios, Aaron, y el ángeles vengadores.
En la región del sur se puede encontrar a Dios, donde viven los ángeles que cantan sin cesar las alabanzas del Señor.
Mientras que las regiones del Norte son gobernados por el hermano gemelo de Metatrón, el Arcángel Sandalfón o Samael (Camael, Chamuel). Esta región fue como un gran vacío de fuego y humo, que no tiene tierra firme arriba o abajo.
Un lugar desolado terrible donde se dice que los Grigori, los vigilantes u observadores de los cielos, son los ángeles caídos que pecaron y convivieron con la mujer terrestre, y por eso fue encarcelado. Negaron el Libre albedrío.
La Quinta de la Tierra. La gente de aquí vive de la tierra y parecen ser un poco simples. Aquí el mundo tiene un sol rojo y es muy seco. Sus gentes tienen dos agujeros en la cara en vez de la nariz por lo que es más fácil para ellos respirar el aire seco.
-El Sexto cielo y la sexta tierra.
El sexto cielo, Zebul. Este cielo está regido por el Arcángel Zachiel (Sachiel) y sus Príncipes designados, Zebul (durante el día), y Sabath (durante la noche)
Este lugar es el hogar de las siete aves fénix y los siete Querubines que cantan las alabanzas de Dios. Multitud de otros seres angélicos residen aquí también.
Es como una Facultad de conocimientos donde los ángeles estudian una progresión de temas sobre la astronomía, la ecología, las estaciones, y humanidades.
La Tierra Sexta. Aquí los periodos son muy largos. Sus habitantes pueden viajar desde su tierra a nuestra tierra, si acreditan ser capaces de hablar todos los idiomas. Esta tierra se dice que es el lugar del infierno se encuentra, en forma de siete capas, de una encima de otra. La capa superior está seguida por las otras capas o mundos, hacia debajo de las profundidades, y respectivamente, por: el Seol, la perdición, las puertas de la muerte, las puertas de la sombra de la muerte, el silencio, la sentina, hasta llegar al pozo más profundo.
-El séptimo cielo y la séptima tierra.
El Septimo Cielo, Araboth. Este cielo es el más sagrado de todos los cielos santos. Araboth está regido por el Arcángel Cassiel y es el hogar de Dios y su Divino Trono. También es la morada de las almas humanas en espera de nacer, y el hogar de las más altas órdenes de los ángeles: los Serafines, Querubines y los Tronos.
Este es el cielo que Isaías vio en su visión de Dios y de Cristo y donde escuchó sobre la venida de Cristo en la tierra y su regreso.
La Tierra Séptima. La forma de este mundo es muy parecida a colinas de la Tierra, con montañas, valles y llanuras. Aquí se encuentra 365 tipos diferentes de criaturas extrañas que van desde seres de dos cabezas, a tener múltiples órganos, pero que se les consideran justos y muy superiores, que viven de la vida acuática. Ellos tienen la capacidad de prolongar la vida y de traer a los muertos a la vida.
Fuentes y referencias.
Biblia Reina Valera.
Mitología griega.
Mitología Mesopotamia.
Libro apócrifo del Profeta Enoch.
Cosmogonía del Judaísmo.
Cosmogonía del Islam.