¿Puede el dolor físico ser resultante del sufrimiento emocional?
Estudios psicológicos recientes han confirmado que la dolencia física crónica se puede correlacionar con causas no solo físicas exclusivamente, sino que también emocionales, provocadas por un alto grado de estrés o un estado emocional decadente, que puede ocasionar el desarrollo de dolores físicos permanentes.
Independientemente de las lesiones físicas debidas a un traumatismo natural, también existe el dolor crónico, aquél que se prolonga, no solo sobre la zona dañada físicamente, sino que también se extiende al resto del cuerpo.
Esto es debido a la gran prolongación del proceso de curación natural de la lesión, por lo que la zona dolorida queda palatinamente debilitada en su funcionamiento normal, agravándose el problema motriz lesivo.
Muchas interrogantes brotan en las investigaciones sobre las emociones encerradas en las células de nuestros cuerpos, y del cómo extraerlas para sanarnos, pero en la importancia sináptica residen las siguientes cuestiones, a resolver:
- ¿Son las emociones la causa de las enfermedades?
- ¿Qué representa el dolor físico?
- ¿Cómo manejar las emociones?
- ¿Los dolores físicos qué podrían representar emocionalmente?
- ¿Qué podemos hacer?
¿Son las emociones la causa de las enfermedades?
Hasta ahora hemos hablado del dolor físico, crónico o no, pero los nuevos descubrimientos han demostrado que un dolor crónico puede ir acompañado de emociones como el de la tristeza, angustia, desesperanza, rabia, etc., que se podrían encuadran en los diferentes procesos depresivos o ansiosos, o simplemente representados por un agudo estrés.
Las emociones o sufrimientos mentales, pueden generar dolores físicos o enfermedades que afectarían a diferentes zonas corporales, como por ejemplo dolores de estómago, intestino irritable, dolor de cabeza, diferentes tipologías de alergias, erupciones cutáneas, caídas del pelo, cambios hormonales, estreñimiento, reflujo gástrico, aftas bocales, úlceras de estómago y duodeno, y demás patología y síntomas psicosomáticos, que también pueden crear el dolor crónico.
Estas emociones que generan dolor crónico o patologías psicosomáticas, causadas o bien por el alto grado de estrés, o bien por una incipiente o permanente depresión del individuo, son debidas a problemas emocionales no resueltos que de manera muy sutil penetran en distintas partes del cuerpo mediante energía emocional, convirtiéndose posteriormente en problemas físicos varios.
Y esta es la base de los nuevos descubrimientos: la relación de la mente y del cuerpo en conjugación con las enfermedades y sintomatologías psíquicas y físicas.
Las conexiones mente-cuerpo se pueden expandir al concepto ancestral: mente-cuerpo-espíritu, que tan asociado permanecen en los distintos dogmas espirituales antiguos; principalmente hindúes.
En cuestión práctica, los experimentos demostraron que a través de los diversos eventos traumáticos de la vida, estos podían tener un impacto en el desarrollo del dolor, crónico o no.
De hecho es más probable que los individuos con el carácter más agresivo, o más irascible, expresen y resuelvan, de alguna manera, todas aquellas emociones que se surge en su mente inconsciente y que resultan de su expresión ante los acontecimientos en sus vidas. Sin embargo, en el otro extremo están los individuos más tranquilos o contenidos que no se quejan, ni infunden su mal carácter a su entorno, que mantienen sus emociones para sí mismos, pero que sin embargo no logran resolver algunas de sus emociones que se mantienen en su interior porque no pudieron manifestarse, entonces como resultado, su cuerpo comienza a sufrir síntomas físicos.
Con este principio fundamental de correlación entre los distintos cuerpos del Ser: mente-cuerpo-espíritu, es donde se enfocan las nuevas investigaciones psicológicas, donde sostienen que cuanto más larga duración tiene la carga emocional que no se expresa hacia el exterior, más probabilidades se tiene en desarrollar en el cuerpo un síntoma físico, como resultante de un problema psíquico-emocional no resuelto.
Y es entonces cuando encontramos individuos que padecen no solo padecimientos mentales como depresión, ansiedad, o estrés, sino que también compaginan estos síntomas con problemas físicos. De hecho aproximadamente el 15-30% de los pacientes con dolor crónico también tienen trastorno de estrés postraumático.
Entonces se entiende que la correlación entre la capacidad e incapacidad para la respuesta ante una amenaza percibida, siendo esta de manera angustiosa, desarrolla procesos físicos crónicos a largo plazo.
Todo evento muy angustioso provoca, por definición, trauma, que está adherido al suceso, pero no por ello debe ir acompañado por síntomas fisiológicos o psíquicos. Pero sin embargo bajo diferentes variables, ese mismo trauma, puede incluir dichos síntomas, ya que nuestra respuesta mental se ha configurado a través diferentes comportamientos repetitivos que corresponden a las diferentes formas de respuestas que se toma ante la adversidad del trauma, como por ejemplo, tener sueños extraños o pesadillas, no poder conciliar el sueño, conductas de evitación, escenificación mental del suceso de manera repetitiva, vigilancia permanente ante eventos afines, incluyendo tener una alta excitación emocional que converge en un estado de ansiedad y estrés que lleva al desarrollo Psicosomático.
¿Qué representa el dolor físico?
En general el dolor físico, ya sea un dolor de cabeza crónico, dolores musculares sin previa lesión, hipertensión ocular, dolores de estómago, estreñimiento, y demás, advierten a la persona de que:
- Existe un trabajo emocional que realizar que está focalizado en una parte determinada del cuerpo.
- que puede ser un síntoma de dolor emocional no resuelto situado en el sistema nervioso.
Ya sea que el dolor emocional, o emoción atascada, este o no conectada con el suceso que lo originó, se puede convertir en dolor crónico.
Las enfermedades del corazón son un reflejo palpable de los problemas emocionales no resueltos, como sería la depresión, la ansiedad, y el alto estrés continuado.
Todas las emociones negativas se transfieren al resto de los sistemas de nuestro cuerpo donde se reparten en zonas con cargas emocionales que convergen en diferentes tipos de enfermedades físicas y dolores crónicos.
Nuestras emociones afectan al cuerpo porque están ligadas a ellos a través de los sistemas inmunológico, endocrino y del sistema nervioso central. De la misma manera que el desamor, o corazón roto por amor, afectaría a nuestro corazón físico, pero también a nuestra Psiquis, de manera que nos podría llegar a conducir a la muerte por un gran trauma como “la pena intensa” o duelo.
Por eso, cuando se enferma físicamente es muy importante valorar lo que está sucediendo en nuestros cuerpos, nuestras mentes, y nuestro espíritu, y diagnosticar estos tres componentes, en conjunto, en los últimos uno, tres, o seis meses, ya que algunas de las enfermedades físicas pueden tardar meses en aflorar como enfermedades. Enumerar las enfermedades físicas y psíquicas que surgen en los cuerpos afectados por la no resolución emocional, de manera breve, serían las siguientes:
- Artritis reumatoide.
- Estreñimiento o diarrea.
- Dolor estómago y úlceras.
- Dolor de espalda o cuello
- Hipertensión sanguínea.
- Depresión.
- El aumento de peso o pérdida.
- Trastornos de la alimentación.
- Crisis o trastornos sexuales.
- La fibromialgia.
- Algunos tipos de Cánceres como por ejemplo, pancreático, que se puede presentar junto a una gran depresión, previamente a que el paciente sistematice el cáncer en su cuerpo físico.
- Y demás patologías.
La fuerte correlación entre las emociones y el dolor físico, crónico o no crónico, no da como resultado una sola respuesta para combatir y resolver el problema del afectado. Entre las distintas terapias convincentes que existen actualmente, con una buena combinación entre las formales e informales, serían las siguientes:
- Sesiones de psicoterapia cognitivo conductual.
- Terapia física para el dolor provocado por el estrés, y para aliviar el dolor crónico.
- Ejercicios de respiración y relajación.
- Reír todo lo más posible, y el tratamiento con riso-terapia resulta muy eficaz.
- Descarga emocional, resultante de poder expresar todas las emociones contenidas en el interior, incluido el llanto.
- La verbalización del enojo que fundamenta la descarga emocional.
- La búsqueda de cuándo, cómo, y por qué llegaron estas emociones, como resultado de análisis emocionales, situacionales, conductuales, y todo lo resultante del espectro de la emoción atascada.
- Medicación acomodada por especialistas para solventar los dolores físicos generados por estas emociones no resueltas. Ejemplo de ello son los medicamentos que alivian el dolor de espalda, el insomnio, el dolor de estómago, y demás.
- Toda emoción es un aferre a un evento, por lo que se ha de descubrir cuáles son los enganches emocionales a los que se ha adherido el sujeto.
- Masajes como tratamiento a los dolores crónicos, como por ejemplo la fibromialgia, la artritis reumatoide, y demás.
- Hipnosis regresiva, como localizador y buscador general de las causas traumáticas emocionales que produjeron la enfermedad.
- Caminar, es un buen sistema para ayudar a activar los músculos, estimular el sistema linfático, y oxigenar los músculos o zonas lesionadas por el dolor.
- Y más terapias.
¿Cómo manejar las emociones?
El problema es básicamente que no todos los humanos sabemos gestionar correctamente las emociones. Entonces, la única estrategia sería considerar las emociones como herramientas muy valiosas que nos pueden ofrecer grandes beneficios cuando son conocidas, y si las procesamos adecuadamente.
Para solventar estas emociones hay que hacerles frente de manera eficaz, ya que las emociones envían constantemente mensajes muy importantes que enseñan grandes significados de la vida.
El primer paso es averiguar lo que está sintiendo interiormente, y sólo se tiene que elegir entre cuatro emociones principales: ansiedad, tristeza, ira y felicidad.
- Si lo que hacemos, consciente o inconscientemente, es pensar en lo que “puede suceder”, es decir, que estamos constantemente proyectándonos hacia posibles traumas en el “futuro”, entonces lo que nos puede generar es ansiedad, tristeza, e ira, por lo que nuestro corazón se acelerará, los músculos se contraerán, y la mandíbula se congestionará. Entonces físicamente se genera nerviosismo, estrés, preocupación repetida, depresión, frustración, dolor de cabeza, estómago y demás.
- Si lo que estamos haciendo, inconsciente o conscientemente, es proyectarnos a traumas del “pasado”, entonces nos generará ansiedad, ira, y tristeza. Los pensamientos negativos que provienen del pasado generarán cansancio, estrés, llanto, desconcentración, y demás.
- Si lo que está sucediendo es que se envuelve de rabia o ira, se está proyectando desde el pasado, o desde el presente, y eso significa que los pensamientos se centran a valores atascados, creencias obsoletas, ofuscaciones sin sentido, y a la irracionalidad inconsciente que impide avanzar. Como resultado surge ansiedad y estrés, provocando los muchos trastornos físicos.
- Si se estamos viviendo con la felicidad o estabilidad, significa que los pensamientos los estamos centrando en los resultados de controlar las emociones negativas que afectan al físico y al psíquico. Como resultado obtenemos un estado de calma, y sonreiremos más ya que centramos los pensamientos en lo que hemos ganado con la experiencia y no con lo que perdemos.
Podemos concluir que el dolor físico está profundamente relacionado con el dolor emocional y espiritual. Para ello el siguiente paso es identificar el mensaje de la emoción que sentimos: ansiedad, tristeza, ira y felicidad.
- ¿A qué tengo miedo, qué me preocupa, o a qué me afronto? Se descubre a través de la Ansiedad.
- ¿Qué he perdido, qué podría desaparecer, o qué se ha ensombrecido? Se localiza a través de la Tristeza.
- ¿Cómo o por qué mis valores y creencias se cerraron o se anclaron allí? Esto se puede observar y trabajar mediante la Ira o rabia.
- ¿Qué he ganado o qué me aporta esta situación desfavorable? Este tipo pensamiento lo aporta la felicidad, la calma, el sosiego, y demás.
Como resultado de estas emociones básicas, la persona puede advertir si hay o no hay trabajo emocional que hacer, por lo tanto es un signo de dolor emocional no resuelto que se transfiere al cuerpo como un dolor físico.
¿Los dolores físicos qué podrían representar emocionalmente?
- Dolor en la cabeza, y también las migrañas son principalmente desencadenadas por un alto grado de estrés y ansiedad continuada. Por lo tanto hay que intentar hacer “ejercicios de relajación y respiraciones” cada día para no llegar a máximos, y así aliviar tensiones emocionales.
- Dolor en el cuello. Cuando hablamos de cuello nos referimos a las cervicales y los músculos adyacentes. Este tipo de dolor es la indicación de que existen problemas emocionales relacionados con el “dejarse llevar”, pero también con el “perdonar” a los demás y a uno mismo. Esto es la consecuencia de no soportar la situación en la que estás metido. Como resultado se debería perdonar, dejar fluir todas aquellas situaciones que son desagradables y restarles importancia, debiendo para ello ejercer la condescendencia o perdón abstracto.
- Dolor en sus hombros. Además de ser producido por una mala posición corporal, en términos emocionales indicaría que se está llevando literalmente una carga emocional, un problema que es demasiado problema, y demasiada carga. Entonces se debería “concentrar la atención en soluciones pequeñas” pero eficaces que alivien la pesadez del problema, como por ejemplo distribuir la carga emocional con la ayuda de otras personas que colaboren en la resolución de tus problemas, para que así puedas asumir la situación en toda su plenitud.
- El dolor en la espalda superior. A nivel emocional el dolor de la parte superior de la espalda, más localizada en los músculos deltoides, infra-espinoso, y trapecio, es el resultante emocional del pensamiento de falta de apoyo por el prójimo, ya sea por no sentirse amado o querido. Como resultado es reconsiderar la falta de amor o apoyo y cambiarlo por toma de resoluciones propias: “más confianza y amor para uno mismo”.
- El dolor en la espalda baja. En esta zona baja de la espalda se concentra mucho más las preocupaciones por la falta de dinero, y también la que se consideran por falta de apoyo emocional. Lo mejor es “pedir ayuda” a las personas adecuadas que quieran ayudarte incondicionalmente.
- El dolor en la zona de los codos. Estos dolores son producidos por una rigidez constante de los brazos. A nivel mental la persona está demasiado rígida en su vida, pensamiento, creencias, moralidad, etc., y por lo tanto se resiste a hacer cambios. Sería adecuado “dejar fluir” la situación y la “no oposición” como imperativo de vida.
- Dolor de las manos. Especialmente en las articulaciones de las mano. Simbólica y emocionalmente, las manos significan “la conexión” con el resto del mundo, y con el prójimo, ya que a través del tacto conocemos parte del exterior en el que vivimos. Este dolor significa la falta de conexión real con el mundo que nos envuelve, con lo que es muy necesario “la realidad” o “más verdad”.
- Dolor en las caderas. Las caderas simbolizan la “movilidad” o “tomar decisiones”, y tener dolor en esa zona corporal representaría a nivel emocional que se está resistiendo a los movimientos o cambios que acontecen, y que por lo tanto se tiene una gran preocupación por el deber de tomar decisiones concluyentes. Lo que dice este dolor es que debemos “enfrentarnos” a los problemas, tomar decisiones, y ponernos en movimiento hacia el avance.
- El dolor en las rodillas. Muchas personas sufren este tipo de dolor en las rodillas ya que aglutinan una infinidad de diferentes patologías, pero también unos cuantos tipos de emociones. En general es un signo de un gran Ego. El resultado debería ser la “humildad”.
- El dolor en las pantorrillas o gemelos. Esta zona es provocada por la tensión emocional causada por el estrés que ejerce los pensamientos de “culpa”, “celos”, o “enganche” a algo o alguien. En este caso hay que “soltar”, ya sea la idea de culpabilidad, los celos, o el enganche.
- Dolor en los tobillos. En cuanto a los tobillos cabe señalar que representan la privación de los placeres, el no disfrutar de las cosas, y esto condiciona la vida mucho. Como resultado lo mejor es “valorar” lo que se vive, y así se podrá disfrutar de lo que conseguimos.
- Dolor en los pies. La negatividad continuada se puede manifestar en los pies, en la planta de los pies, o el empeine. Esta negatividad da como resultado estados de tristeza o depresión, por lo que hay que “buscar y valorar” las cosas que nos aporten alegrías o felicidad.
La siguiente ilustración es un mapa de cómo se almacenan las emociones en el cuerpo. Síndrome de Transferencia de Trauma (TTS)
Cuando surja un dolor físico recuerda de qué tipo de trauma emocional surge, porque una emoción está atascada y bloquea diferentes sistemas del cuerpo, causando enfermedades y dolores.
Cuando el trauma emocional original no es reconocido, no se analiza, y en su lugar se transfiere a los nuevos estímulos o desencadenantes psíquicos, el trauma se almacena en el cuerpo, y éste actúa como disparador, y libera el trauma original: ansiedad, tristeza, ira y felicidad.
Los traumas emocionales del pasado, se graban en la memoria celular, y se generan los suficientes semejantes, se genera una aglomeración de energía, o carga celular, que queda enterrado en las células, pero no olvidado, por lo que las personas se pueden aferrar a este trauma por su energía acumulada.
Los recuerdos emocionales, no verbales, permanecen “congelados en el cuerpo”, encerrados en la memoria celular, en forma de sensaciones, como los olores, el tacto, los sabores, los sonidos, efectos visuales, dolor físico y las emociones fuertes.
Pero cuando ocurre un Flashbacks, es decir, una repentina re experimentación de esa memoria traumática conservada celularmente, es probable que ocurra cuando la persona está muy enfadada, muy estresada, asustada, excitada, pero también ocurre que su activación es por asociación con el suceso traumático, y no por el evento en sí. Entonces la mente se inunda de recuerdos, imágenes, emociones del instante, sensaciones físicas que te dirigen directamente al trauma original.
Los efectos del trauma llegan al cuerpo, resultando como el síndrome de Transferencia del Trauma que generan enfermedades psíquicas, físicas, y dolores físicos crónicos.
La transferencia emocional es la función mediante la cual un sujeto transfiere, de manera inconsciente, y revive emocionalmente, en sus vínculos nuevos, sus antiguas emociones negativas.
¿Qué podemos hacer?
Así que recuerda que debemos aprender a respirar correctamente, practicando alguna de las técnicas de respiración que existen, para que el organismo se oxigene mejor y se cargue de energía. Pero también debemos comenzar a liberar toda aquella energía emocional negativa que exista en nuestros cuerpos y en nuestras vidas.
Y sabiendo que los síntomas físicos, dolores y enfermedades crónicas o no, son el producto resultante de emociones negativas atascadas en nuestros cuerpos, y que están relacionados con traumas del pasado, debemos entonces escuchar estas emociones y focalizando nuestra atención a el auto análisis, físico-emocional/mental-espiritual.
¿Se podrían encuadrar muchas perturbaciones mentales, referenciados en los manuales de trastornos mentales, DSM-IV-TR, y DSM-5, como consecuencia de transferencia de emociones no resueltas?
¿Puede el dolor físico ser el resultado del sufrimiento emocional?
¿Pueden estos trastornos ser consecuencia de emociones negativas acumuladas y no resueltas, como por ejemplo: Trastornos del estado de ánimo, Trastornos de ansiedad, Trastornos somatomorfos, Trastornos sexuales y de la identidad sexual, Trastornos de la conducta alimentaria, Trastornos del sueño, Trastornos del control de impulsos, Trastornos adaptativos, Trastornos de la personalidad?
Fuentes, notas y referencias.
Manuales sobre los trastornos mentales, DSM-IV-TR, y DSM-5.
Mapas corporales de las emociones realizados por Lauri Nummenmaa, Enrico Glerean, Riitta Hari, y Jari K. Hietanen.